Son nulas las chances de que Javier Milei no vete el proyecto aprobado esta semana en la Cámara de Diputados para aumentar los haberes jubilatorios. Pero en el caso de que no lo hiciera, quienes perciben la jubilación mínima pasarían a cobrar $436.660,03. El nuevo monto resulta de la suma del haber base con el aumento del 7,2%, más un bono extraordinario actualizado a $110.000, una mejora que, de momento, depende del Senado y del humor del Ejecutivo, que ya anticipó su intención de bloquearla.

Con 142 votos afirmativos, 67 en contra y 19 abstenciones, la Cámara baja aprobó este miércoles el proyecto impulsado por Unión por la Patria, en una jornada marcada por protestas frente al Congreso. El paquete incluye, además del aumento a los haberes, la restitución de la moratoria previsional, una medida que desde su implementación durante el kirchnerismo permitió jubilarse a miles de mujeres que no contaban con los aportes completos.

El nuevo esquema previsional representa una mejora real para los beneficiarios. Hoy, un jubilado que cobra la mínima percibe $304.723,93, a lo que se le suma un bono de $70.000, totalizando $374.723,93. Si no hay veto presidencial, el haber base se elevaría a $326.660,03 y el bono treparía a $110.000, dando como resultado los mencionados $436.660,03. Es decir, un incremento de $61.936,09, o un 16,53% más que lo que hoy reciben.

El bono, que está congelado desde marzo de 2024, se paga completo solo a quienes cobran el haber mínimo. En caso de superar ese monto, se otorga una suma proporcional hasta alcanzar el piso. Según datos de la Oficina del Presupuesto del Congreso, el aumento del bono a $110.000 tendría un costo fiscal de 0,26% del PBI, un valor ínfimo en el total del PBI.

A este combo también se suma el medio aguinaldo de junio, que corresponde al 50% del mejor haber del semestre. Según informó ANSES, sin contar el nuevo proyecto, quienes perciben la mínima más el bono y el aguinaldo, recibirán un total de $527.085,90. Si se aplicara el paquete votado por Diputados, esa cifra sería aún mayor, aunque desde el Gobierno ya dejaron en claro que no están dispuestos a sostener el gasto.

“Todo esto será vetado”, dejaron trascender en el oficialismo apenas minutos después de la sesión. En ese sentido, desde el Palacio de Hacienda estimaron que solo el aumento del 7,2% en jubilaciones implicaría un costo fiscal de 0,20% del PBI en 2025 y 0,42% en 2026. Con ese argumento, el Ejecutivo busca sostener el ajuste y cumplir con las metas impuestas por el Fondo Monetario Internacional.

Ahora resta saber qué hará el Senado. Aunque algunos legisladores adelantaron su intención de acompañar el texto, también dejaron entrever que lo harían sabiendo de antemano que Milei aplicará el veto presidencial. Si eso sucede, los haberes se mantendrán como están: $304.723,93 de base más $70.000 de bono, y con una inflación que sigue carcomiendo el poder de compra de los jubilados.

Desde junio, además, se aplicaron los nuevos valores para otras prestaciones: la Prestación Básica Universal (PBU) subió a $139.397,29 y la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) quedó en $243.779,14, sin contar el bono. El aumento del 2,78% dispuesto por el Gobierno para este mes fue calculado sobre la base del Índice de Precios al Consumidor.