En los últimos días, Emilio Monzó, dirigente peronista enrolado dentro de Juntos, habló sobre la necesidad de dividir municipios grandes entre los que incluyó a Quilmes, Lomas de Zamora, La Matanza y Pilar.

Los motivos, según planteó, es abogar por darles mayor protagonismo a los jefes comunales y habló sobre la necesidad “descentralizar para darle autonomía a los municipios”. 

La de Monzó no es una propuesta nueva. El pedido de descentralización, y la consecuente autonomía de los municipios, vuelve a aparecer ante cada cambio de gobierno o en la previa de una elección. Sin embargo, según le dijeron a Data Clave desde el gobierno bonaerense, “no es un tema que esté en la agenda”.

Claro, tampoco debería estarlo. Y es que, justamente, los encargos de reconocimiento nacen de las propias comunidades y son las mismas ciudades quienes tienen la posibilidad concreta de poder avanzar en su intención de independizarse como municipios. Algo que, con la reforma del 94, deja en claro la Constitución Nacional en su artículo 123, pero que al día de hoy no se respeta.

“La Provincia tiene una situación de rebeldía legal a lo que dicta la Constitución Nacional”, sostiene, en diálogo con Data Clave, Javier Varani, consultor especializado en asuntos municipales. Y agrega: “Hay que avanzar hacia la autonomía, pero no hay autonomía si no hay verdadero reconocimiento de la vida municipal. No se trata de darle autonomía a los actuales partidos. Hay que enfrentar la realidad provincial. Hay más 150 localidades que tienen capacidad para ser reconocidas como municipios”.

Más allá de los interés políticos que puede haber detrás de la mención particular que hizo Monzó, por tratarse en su caso de todos distritos donde hay un fuerte voto ligado al peronismo, lo cierto es que en la actualidad hay una gran cantidad de ciudades que buscan convertirse en el distrito 136. 

Emilio Monzó y el recuerdo de un peronismo no kirchnerista afín a Cambiemos durante gran parte de su presidencia
Emilio Monzó y el recuerdo de un peronismo no kirchnerista afín a Cambiemos durante gran parte de su presidencia

Varani expone una mirada distinta: “No se trata de dividir municipios. Lo que se debe hacer es reconocer nuevas realidades municipales. Como diría el Martin Fierro ‘No es para mal de naides, sino para bien de todos’. El hecho de que Banfield se convierta en un municipio no es dividir Lomas de Zamora, sino reconocerle derechos a la ciudad para que pueda elegir sus autoridades, sistema administrativo, cobrar sus impuestos. Trabajar por el bien común de la propia comunidad”.

Sin ir más lejos, pocos días atrás, la Comisión de Asuntos Municipales aprobó la iniciativa de la senadora bonaerense Agustina Propato para que Lima (Zarate) sea reconocida como ciudad. Es un primero paso. Y es que, en la actualidad, los limeños van por más. Quieren ser reconocidos como un nuevo municipio.

El último distrito que logró este paso fue Lezama, quien en 2009 recibió su autonomía y se desprendió de Chascomús. Se trata del distrito más joven de la Provincia.

Monzó puso como ejemplo exitoso el caso de General Sarmiento, que al desmembrarse dio a luz a Malvinas Argentinas, José C. Paz, y San Miguel. “Era un agujero negro como La Matanza hoy. Casi todos los intendentes terminaban presos”, explicó. No fueron los únicos casos ocurridos en los 90. Además de los tres mencionados, Ituzaingó y Hurlingham se desprendieron de Morón; Ezeiza se conformó con tierras de Esteban Echeverría y San Vicente; Punta Indio, a través de Magdalena; Presidente Perón, con tierras de Esteban Echeverría, Florencio Varela y San Vicente; Y Florentino Ameghino, tras formar parte de General Pinto.

“El régimen municipal de Buenos Aires es el más atrasado de la Argentina. Debe incorporarse a la Constitución provincial una definición de municipios. Los límites y qué es un municipio hoy lo define la Legislatura. Y eso no corresponde. Ese sistema no existe en ningún otro lugar del país”, sostiene Varani. Y cierra: “La Provincia es la única que no cumple con la Constitución de reconocer la autonomía municipal”.

En definitiva, lo que está en discusión es poder darles a las ciudades la capacidad de administrarse a sí mismas. Habrá que ver cuánto de todo esto podrá sostenerse luego de las elecciones.