Reformar al Sistema Argentino de Salud e integrar a todas sus partes para hacer un esquema unificado generó distintas repercusiones. Es un entramado que involucra a diversos actores y pone en juego numerosos intereses. 

Uno de los integrantes de este sistema son las obras sociales de las provincias, que representan a más de 7 millones de beneficiarios. Fernando Avellaneda es presidente del Consejo de Obras Sociales Provinciales de Argentina (COSSPRA) e interventor del Instituto de Previsión y Seguridad Social De Tucumán. En diálogo con Data Clave, asegura que es necesario avanzar en una reforma para garantizar un acceso a la salud equitativo en todos los rincones del país.

Data Clave: ¿Está de acuerdo con encarar una reforma en el Sistema de Salud?

Fernando Avellaneda: Sin lugar a duda el sistema sanitario argentino necesita una reforma. Este proceso de la pandemia ha generado y ha mostrado que el sistema sanitario, si bien ha tenido una de respuesta homogénea, han habido diferencias de capacidad de respuestas según el lugar del país en el que estés, y estas situaciones se han reflejado en cada provincia y en cada subsector seǵun el financiamiento que cada uno de los habitantes tiene. Eso merece que todos los sectores nos sentemos en la misma mesa a contar nuestro punto de vista y construir un sistema más equitativo. Ahora, ¿ese proyecto servirá de disparador? Puede ser, o no, pero lo que ve uno son enunciados. Y la complejidad de nuestro sistema es aún mayor a lo que pueda percibir cualquier usuario.

D.C: El debate involucra a distintos actores y generó diversas reacciones. ¿Cómo lo ves desde tu rol en las obras sociales provinciales?

F.A: Nadie sobra en este esquema. Todos los integrantes del sistema de salud argentino deben participar de este debate. Y no creo que ningún proyecto tenga en la cabeza un modelo únicamente público, o de seguridad social exclusivamente. El sistema que necesita el país debe ser construido por todos. La pandemia ha dado visibilidad a la problemática tanto al financiamiento como a la segmentación en las prestaciones. Y esa visibilidad creo que hay que aprovecharla en el buen sentido. El sistema de salud ha dado una buena respuesta, podemos mejorarla, sin lugar a duda, pero todos deben participar de esto. Las resistencias a cualquier cambio siempre van a estar, todo cambio siempre genera dudas. 

D.C: ¿Pero está usted a favor de avanzar en un sistema que integre los recursos de lo público, lo privado y la seguridad social?

F.A: Tiene que ser un sistema integrado que permita a todos los ciudadanos accedan a atención de calidad y eficiente sin importar el financiamiento y el lugar en dónde viva. La integración en los modelos de atención y de financiación, van a mejorar eso. Se llamará Sistema Integrado Nacional Argentino, Sistema de Seguros, Sistema de Seguros provinciales, no importa, pero hay que avanzar en una reforma.

D.C: Uno de los problemas principales es el de financiamiento, que se ha profundizado en la pandemia.

F.A: Respecto a los seguros de obras sociales provinciales, los ingresos vienen de aportes de contribuciones. Estos ingresos han sufrido una fuerte devaluación durante el Gobierno de Macri. Más la inflación y con paritarias que nunca han acompañado del todo a la inflación. Las obras sociales nacionales y provinciales han quedado desfinanciadas en este tiempo. Con los mismos ingresos hubo que atender la situación de salud de los beneficiarios, más lo que trajo la pandemia, lo que fue una dificultad enorme. Claramente hay que hacer algo para mejorar el financiamiento. Cómo se mejora, con financiación. 

D.C: En Argentina suele ser difícil encarar este tipo de debates “estructurales”. Hay quienes sostienen que para avanzar en una reforma debe reformarse la Constitución ¿Qué cree que puede ocurrir en esta caso?

F.A: El derecho a la salud está garantizado por nuestra constitución. Creo que más que factible es necesario hacer una reforma. No podemos seguir ignorando que el sistema sanitario argentino tiene que ser reformado para mejor.