La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, reconfirmó esta mañana el inicio de clases en CABA para el 21 de febrero. “Nuestra intención es tener un protocolo que nos permita estar tranquilos y seguros y que se confíe que este es el primer lugar para los hijos y que nos permitan cuidarlos”, aseguró la funcionaria desde una escuela en Núñez junto al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.

La noticia, como era de esperar, no cayó bien en los destinos turísticos. Sobre todo en medio de una de las mejores temporadas de los últimos años, según coinciden todos los jefes comunales.

Lo recibimos muy mal porque es un anuncio para la tribuna. Cortar una quincena de estas características es una muy mala noticia para los destinos turísticos que hace rato estamos esperando esta temporada”, le dijo a Data Clave, el jefe comunal de Miramar, Sebastián Ianantuony.

Y agregó que “tiene una incidencia económica para los prestadores y en la empleabilidad que muy importante. Larreta está mirando un efecto electoralista que le cuesta muy caro a los destinos turísticos”.

La bronca es extensiva. Hoy los jefes comunales del Frente de Todos dialogaron como es habitual todos los martes y el tema afloró. Pero el malestar no es solo de parte de los intendentes peronistas. En Mar del Plata tampoco fue bien recibido.

Vale recordar que el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, ya se había mostrado incómodo ante la acción de su par de CABA de adelantar la fecha del inicio de clases en Capital Federal, y le solicitó que revea la medida, debido a que podría afectar la temporada turística local.

Entiendo la decisión que toma él y que tiene que ver con una cuestión de la cantidad de días de clases que tienen los alumnos, pero yo soy el intendente de Mar del Plata y defiendo los intereses de los vecinos de mi ciudad”, aseveró Montenegro luego de participar de un acto con referentes de JxC.

En la Costa Atlántica estaba la esperanza de que se pueda modificar esta situación y, de esa manera, poder asegurarse una segunda quincena de febrero con mayor nivel de ocupación. Sin embargo, Larreta no cambió de parecer.

Lo de Larreta es impresentable y ombliguista. La gente en verano quiere estar de vacaciones. Y con estas temperaturas que estuvimos viviendo no podemos querer mandar a los pibes a que sufran el calor”, le dice un diputado referente de la quinta sección a este medio. Y agrega: “Parece que cuando nos va bien, hay que castigar. La temporada es un éxito. Y eso les permite a todos los prestadores poder recuperar mucho de lo que la pandemia les sacó. Pero por una decisión sin sentido, se los priva de un mejor desarrollo”.