Las últimas semanas fueron muy agitadas en la órbita del gobierno nacional, que tuvo que lidiar con el aumento exponencial de casos de coronavirus y al mismo tiempo, intentar dosificar las dosis de las vacunas contra el Covid-19, que llegan a cuentagotas. En algunos municipios denuncian más de 20 días sin recibir el tan preciado antídoto. 

Por este motivo, y tras largas jornadas de reuniones, ayer se conocieron de manera oficial las nuevas restricciones para intentar amortiguar el impacto de la segunda ola en el sistema sanitario argentino, que ya empieza a dar señales de ir camino al colapso. El relajamiento general de los cuidados a más de un año del inicio de la pandemia, obligó al Ejecutivo a tomar cartas en el asunto.

Luego del anuncio que estableció el cierre nocturno y la prohibición de actividades recreativas y deportivas en espacios cerrados y las reuniones sociales en domicilios particulares, entre otras medidas, el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, inició una gira por los medios de comunicación.

El objetivo del raid televisivo era aclarar las dudas que hayan quedado del anuncio grabado por el Presidente Alberto Fernández, pero sus declaraciones terminaron por encender una nueva polémica.

“Tanto las provincias como la ciudad de Buenos Aires pueden comprar vacunas por su cuenta y lo mismo que los privados. Eso no está prohibido en la Argentina. En la ley de vacunas está muy claro que no es el gobierno nacional el que debe comprarlas. Cualquiera que salga hoy al mercado a comprar las va a conseguir”, señaló el funcionario a TN.

Aunque, rápido de reflejos, aclaró: “con el nivel de escasez que hay estas son las vacunas que se están consiguiendo. Cualquiera que salga al mercado a comprar las va a conseguir para vaya a saber qué mes”.

Esta mañana, el ministro de Salud de CABA, Fernán Quirós le respondió a Cafiero: “El debate para acceder a una vacuna que pueda ser aplicada en los próximos dos meses es un debate que no es posible de resolver a través de contrataciones, porque serían recién para fin de año o el año que viene”. Y remarcó: “hoy no encuentra una solución real en el mercado. Es algo abstracto".

Acto seguido, el titular de la cartera sanitaria porteña explicó: "hay dos tipos de provisión, las vacunas que proveen los estados, como China o Rusia, para los estados nacionales, y las que provee el mercado, empresas que han comprometido toda su producción anual hace muchos meses”. Y aclaró: “toda oportunidad que tenga la ciudad de Buenos Aires para facilitar el acceso a la contratación se dialogará y se la acercará al gobierno nacional para coordinar con las provincias”.

Cabe señalar que días atrás, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, había hecho este mismo reclamo en las redes sociales. “Yo se lo dije 20 veces al Presidente: dejen que las provincias compren la vacuna. Dejen que los laboratorios compren. Dejen que las farmacias compren. El sistema más efectivo de distribución de la vacuna en los Estados Unidos son las cadenas de farmacias”, disparó desde su cuenta de Twitter.

En efecto, la llamada Ley de Vacunas (Ley 27.573) declara de interés público la investigación, desarrollo, fabricación y adquisición de las vacunas destinadas a generar inmunidad adquirida contra el coronavirus, en el marco de la emergencia sanitaria por la enfermedad. Allí, se faculta al Poder Ejecutivo nacional, a través del Ministerio de Salud, a realizar los trámites para la adquisición de las vacunas que se desarrollen para enfrentar la enfermedad. Además, el texto establece que “idéntico tratamiento” recibirán las vacunas que eventualmente puedan adquirir las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

No obstante, hay un asterisco: la resolución publicada en el Boletín Oficial prevé que quien compre las vacunas contra el coronavirus tendrá que presentarlas ante la ANMAT a los efectos de la intervención de su competencia y deben ser autorizadas por el Ministerio de Salud nacional, quienes podrán expedirse en un plazo máximo de 30 días, previo a su uso en la población objetivo.