Las crisis no pueden no tener fin. Después de los cruces públicos entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández este jueves por el rumbo del gobierno tras la derrota en las PASO, el Presidente se dispondrá en las próximas horas a realizar los cambios en el Gabinete que se le reclaman para un relanzamiento que permita revertir los resultados en las elecciones generales de noviembre.

Fernández le dijo esta mañana a El Destape que estaba "bastante avanzado” en el nuevo armado de su elenco de colaboradores. "Voy a ordenar el gabinete y terminar con esta discusión", aseguró después de varias jornadas de indefinición.

La decisión del ministro del Interior, Wado de Pedro, de poner su renuncia a disposición del primer mandatario y difundir la carta, derivó en otras presentaciones del mismo tenor de los funcionarios más cercanos a CFK.

Ayer hubo una escalada cuando un colaborador del Presidente hizo trascender cerca del mediodía, que se había aceptado la renuncia de Wado. Un poco más tarde, Vilma Ibarra tuvo que salir a aclarar en forma oficial, que Fernández no había aceptado renuncia alguna.

Y después llegó la explosiva carta de Cristina. En la que acusó, sin nombrarlo, al vocero presidencial Juan Pablo Biondi, de realizar operaciones mediáticas en su contra, además de instar al Presidente a sostener el compromiso que asumió en 2019.

Después de la tensión de las últimas horas, la crisis parece encausarse. Las versiones sobre los cambios inminentes son de todo tipo. Sobre quienes llegan y quiénes se van. Ya Data Clave informó de la intención de incorporar a un par de gobernadores en el Gabinete. Se habló de los mandatarios de San Juan, Sergio Uñac (con quien Fernández se reunió ayer), y de Tucumán, Juan Manzur (a quien Cristina nombró en su carta).

El embajador en Brasil, ex gobernador y ex candidato a presidente en 2015, Daniel Scioli, es uno de los mencionados como posible candidato a integrar el gabinete. Ante la consulta de Data Clave, fue escueto: "Estoy en Brasilia trabajando, preparando un viaje al Amazonas", aseguró.

Otro de los nombres es el de Julián Domínguez, ex presidente de la Cámara de Diputados. Su destino sería el Ministerio de Agricultura, con la intención de regenerar las relaciones con los dirigentes del campo, afectadas tras el cepo a las exportaciones de carne.

¿Y el futuro de Wado? El ministro del Interior fue clave en articular con todos los mandatarios provinciales incluido el díscolo Juan Schiaretti, el gobernador cordobés, quien también resultó golpeado por el resultado de las elecciones del domingo.

Colaboradores de Wado aseguran que siguen a la espera. "Para nosotros sigue todo igual. Con la renuncia  disposición del Presidente, no ha cambiado nada más allá de los rumores y operetas. Esperando", dijo una fuente cercano al ministro a Data Clave.

"El problema no es los que se van sino que hay que buscar quien venga", dijo la misma fuente acerca de los cambios posibles. "Están todas las posibilidades dando vueltas. Esa es la verdad. Wado puso a disposición la renuncia para ayudar a un cambio de gabinete. Si en el medio de ese proceso él también se tiene que ir, bueno es una posibilidad", abundó.

De todos modos, las incógnitas siguen en pie. ¿La salida de Wado y Santiago Cafiero? Como una solución salomónica es una variante. Que se queden los dos también. Se verá.