Un testigo que declaró hoy en el marco del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero de 2020 en la localidad balnearia bonaerense de Villa Gesell, aseguró que el rugbier Lucas Pertossi, uno de los ocho acusados, lo golpeó en la ciudad de Zárate semanas antes del hecho y también lo amenazó con matarlo y robarle la moto. 

Este testigo completó la última jornada de la segunda semana del juicio, que se había puesto en marcha minutos después de las 10.30 con la declaración de Verónica Onieva y Javier Timoteo, efectivos del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Villa Gesell, quienes asistieron a Báez Sosa en la madrugada del crimen, y aseguraron que al llegar al lugar del hecho "no tenía signos vitales". 

La primera en declarar fue Onieva, quien explicó que a las 5.03 de ese 18 de enero recibieron el reporte de una emergencia "por una persona en la vía pública inconsciente", y dos minutos más tarde llegaron al sitio frente al boliche "Le Brique".

"Nos encontramos con una persona en el piso a la cual le estaban haciendo RCP", relató la testigo, y dijo que "no tenía signos vitales", por lo que continuaron con las maniobras de reanimación indicadas por el dispositivo desfibrilador utilizado, hasta que diez minutos más tarde llegó una ambulancia.

Si bien otra decena de testigos estaban pautados inicialmente para este viernes, todos ellos fueron desistidos tanto por los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, como por los abogados de la familia de la víctima, Fernando Burlando y Fabián Améndola, por lo que se trató de la jornada más breve desde el inicio del juicio, el último 2 de enero. 

El defensor de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, Hugo Tomei, prefirió no adelantar si está prevista la declaración de otro de los rugbiers imputados tras la sorpresiva intervención de Luciano Pertossi en la audiencia del último jueves, y aseguró hoy, al finalizar la última jornada del juicio por el hecho, que "el proceso es dinámico" y "todo puede pasar".

"El proceso es dinámico y todo puede pasar. No hay nada cerrado ni programado. En un debate se dan determinadas situaciones y hay que estar atentos para aclarar cosas", señaló el abogado en diálogo con la señal de noticias C5N, tras dejar los tribunales de la ciudad de Dolores.

Por su parte, Silvino Báez, el padre de Fernando sostuvo que aunque cree que los ocho imputados por el homicidio "nunca van a admitir lo que hicieron", siente "pena por ellos"."Como padre, siento pena por ellos", señaló Báez a la salida de los tribunales.

"Me gustaría escuchar lo que dicen los padres", expresó, de cara a la declaración que al menos siete de ellos brindarán ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 local desde el próximo lunes.