El Gobierno de Javier Milei recordó el 10.º aniversario de la muerte del fiscal Alberto Nisman con un comunicado en el que calificó el hecho como “un asesinato en manos de lo más oscuro del poder”. En el texto, el Poder Ejecutivo instó a la Justicia a avanzar en la causa para que “no quede impune”, en sintonía con las declaraciones recientes del fiscal Eduardo Taiano, quien ratificó que el fiscal fue asesinado.

El comunicado destacó el contexto del caso, recordando que Nisman iba a presentar una denuncia contra la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y otros funcionarios por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA a través del Memorándum de Entendimiento con Irán. El texto calificó al acuerdo como “un ejemplo de traición a la patria”. Además, el Ejecutivo reafirmó su compromiso con el Juicio en Ausencia, un proyecto que busca juzgar a los acusados del ataque terrorista más grave en suelo argentino.

X de Oficina del Presidente

Por su parte, Cristina Kirchner volvió a negar la hipótesis de homicidio, compartiendo en sus redes sociales un mensaje del senador Oscar Parrilli, quien tildó de “mentira insostenible” la versión del asesinato. Parrilli cuestionó a la Justicia y a los medios por sostener esa línea, mientras afirmaba que “lo que estamos viendo es que se mató”.

El cruce de posturas entre oficialismo y oposición aviva el debate sobre uno de los casos más controvertidos de la historia reciente. Mientras el Gobierno insiste en que el fiscal fue silenciado por los avances en su investigación, Cristina Kirchner y su entorno apuntan a un suicidio, cuestionando la falta de pruebas sólidas que avalen un crimen.

X de Oscar Parrilli

El fiscal Taiano, a cargo de la investigación, reafirmó que Nisman fue asesinado debido a su rol en la UFI-AMIA. Según la fiscalía, el crimen fue ejecutado para frenar sus denuncias, que comprometían a altos funcionarios del gobierno kirchnerista. En la causa, están procesados el técnico informático Diego Lagomarsino, señalado como partícipe necesario, y los cuatro custodios del fiscal, acusados de incumplimiento de deberes y encubrimiento.

El caso sigue abierto con medidas en curso para identificar a los responsables materiales e intelectuales del hecho. Mientras tanto, el debate sobre el contexto político y judicial en torno a la muerte de Nisman sigue dividiendo aguas en la sociedad argentina.