"Teniendo en cuenta la gravedad de la acusación falsa en la que incurrió el ‘testigo’ la que ha sido contundentemente desmentida por mis secretarias parlamentarias y finalmente por mi, vengo por el presente a solicitar se extraigan testimonios de toda esta incidencia a fin que se investigue el delito de falso testimonio protagonizado por esta persona cuya identidad desconozco.” En un escrito breve, el actual diputado Gerardo Milman negó haber tenido conocimiento del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner y de haberlo comentado en un bar frente al Congreso.

Al mismo tiempo, la querella de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó que sean secuestrados los teléfonos celulares de las dos colaboradoras del diputado de Juntos por el Cambio que lo acompañaron el 30 de agosto en la confitería Casablanca cuando, según un testigo de la causa, habría hecho referencias al ataque que ocurriría dos días después. "Cuando la maten yo voy a estar camino a la costa”, habría dicho Milman según ese testigo.

Los abogados Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira presentaron un recurso de reposición ante el juzgado de María Eugenia Capuchetti para que "se ordene el inmediato secuestro de los celulares de (Ivana) Bohdziewicz y (Carolina) Gómez Mónaco". Las dos declararon esta semana y contaron lo que recordaban del episodio pero la jueza no les retuvo sus teléfonos como reclamaba la querella.  Ahora, los letrados sostiene que esa era la única medida que permitiría probar o descartar la línea de investigación que se abrió a partir de la declaración del testigo que mencionó al legislador.

Causa por el intento de homicidio a CFK: entre las explicaciones de Milman y el enojo de la querella

"Es inaudito tener que explicar por qué es importante contar con la única prueba que podría haber corroborado un testimonio de extrema gravedad sobre un atentado que podría haber cambiado la historia de nuestro país", agregó la defensa. "Es hora de buscar la verdad. Se perdió una oportunidad clave, pero, tal vez, aún no sea tarde. Nuevamente, insistimos en la relevancia tanto del caso como de esta prueba para que la investigación tenga éxito", se enfantizó.

Por su parte, Milman apuntó duramente contra el testigo y calificó la situación de "operación berreta".  "He estado reunido en el referido bar ubicado en la calle Rivadavia 1901 con mis secretarias, siendo que, en la oportunidad a la que el “testigo” se debe referir, estábamos organizando un evento en Mar del Plata y al mismo tiempo, organizamos previas recorridas por distintos municipios que yo realizaría en distintas semanas. Fue así que concurrí, primero a Pinamar y volví al día siguiente a la mañana, la otra semana fui al Partido de la costa, habiendo ido y vuelto en el mismo día y fui también a San Antonio de Areco por el día, ello en tres semanas diferentes previo al encuentro de Mar del Plata. Ese fue el tema de conversación en dicha oportunidad, siendo que jamás hice una afirmación como la que el ‘Testigo’ ha pretendido imponer como salida de mi boca, quién sabe con qué inconfesados fines políticos”, declaró.

Tras esto, se abren dos escenarios: el primero, que el pedido de la querella termine finalmente en la Cámara Federal. El segundo involucra un expediente por falso testimonio contra el testigo, acción que reclamó Milman y que la jueza consideró que debe investigarse por separado. Por este motivo, se extrajeron los documentos relacionados con la situación y se los remitió para que sean sorteados. La causa recayó en el juzgado de Julián Ercolini.