Causa y efecto: por qué la elección de CABA será clave para encaminar o sepultar acuerdos en PBA
Los resultados del domingo tendrán impacto directo tras las líneas del Riachuelo y la General Paz. Los diferentes movimientos que podrían generarse.
Las elecciones para renovar la mitad de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires se llevarán a cabo el próximo domingo 18 de mayo. Los porteños tendrán la posibilidad de optar entre 17 alianzas o partidos políticos para determinar quiénes serán sus representantes a partir del 10 de diciembre.
En el acto electoral porteño, todos los empadronados del distrito, que en el último registro fueron 2.526.676, podrán elegir a 30 de los 60 legisladores que integran la Legislatura local, donde el oficialismo pondrá en juego 15 bancas, mientras que Unión por la Patria intentará renovar ocho lugares. Los libertarios, por su parte, deberán sostener de mínima cinco butacas, mientras que la izquierda tratará de retener sus únicos legisladores.
Debido a la decisión del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, de desdoblar los comicios de los nacionales, la elección solo tendrá impacto directo en la Legislatura local. Sin embargo, como es sabido, los ojos de todo el arco político nacional apuntarán a ver la performance de los principales candidatos. Sucede que mucho de lo que pase el domingo tendrá una consecuencia inmediata en cómo se cerrarán diferentes acuerdos entre diferentes espacios en varios puntos del país.
Y donde, de seguro, mayor impacto tendrán los comicios porteños será en la provincia de Buenos Aires. Pero no solo por una cuestión de cercanía. Sucede que tras las líneas del Riachuelo y la General Paz los diferentes partidos políticos llevan adelante diversos movimientos con el fin de encaminar o sepultar la posibilidad de una alianza.
Libertad amarilla
Con Manuel Adorni como primer candidato porteño, el gobierno nacional jugará este domingo una especie de plebiscito a la gestión de Javier Milei. Con una particularidad: tendrá una lucha directa con la candidata del oficialismo PRO, Silvia Lospennato.
Los cruces entre ambos candidatos llevaron a que los avances en torno a la posibilidad de un acuerdo entre ambas fuerzas en la provincia de Buenos Aires, se empantane. “Se enfrió todo. Hay que esperar a lunes”, le dice a Data Clave un diputado amarillo. Y plantea tres palabras que abren una igual cantidad de escenarios en relación al resultado que se dé: “Fortaleza, distancia o necesidad”.
La referencia tiene que ver con cómo quede ubicado el PRO. En la victoria o en la derrota a manos de LLA, desde la dirigencia amarilla cercana a Macri ven un acercamiento. Sin embargo, un triunfo del candidato de Unión por la Patria, Leandro Santoro, “nos dejaría en un lugar de debilidad y de culpas cruzadas".
Lo cierto es que el presidente del PRO bonaerense, Cristian Ritondo, no tiene ninguna intención de dar por cerrada la instancia de negociación con el armador provincial de LLA, Sebastián Pareja.
El problema, hoy por hoy, siguen siendo la diferencias hacia adentro del partido amarillo, entre aquellos que no quieren ser absorbidos y los que no tienen problema en pintarse de violeta como ya hicieron sus exsocios como la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
Juntos, pero con cambios
Como era de esperar, Macri no tiene intención de cerrar ninguna puerta. Y es por esto que no llamó la atención que el intendente de Junín, Pablo Petrecca, quien responde al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, recibiera en las últimas horas al senador nacional y titular del Comité provincial de la UCR, Maximiliano Abad.
Ambos dirigentes expresaron que se trató de una “reunión de gestión”. Pero se trató de una imagen con una intención clara: enviar un mensaje hacia adentro del PRO. Es que un sector del partido amarillo no descarta la posibilidad de reeditar Juntos por el Cambio en PBA.
Vale recordar que el radicalismo cuenta con un fuerte poder territorial en el interior de la Provincia. Y al tratarse de una elección desdoblada, el PRO entiende de la importancia de esa tracción. A la par, son muchos los jefes comunales boinas blancas que no quieren saber nada con la posibilidad de que los intenten poner en la misma bolsa que los libertarios.
Para el sector radical enfrentado al oficialismo partidario de Abad, que encanbezan Martín Lousteau y Facundo Manes, el PRO no termina de ser una mala palabra como si lo es LLA. Y pese a que los acusen de tener acuerdos con la corriente peronista que tiene al gobernador Axel Kicillof como principal referente, no cierran ninguna ventana en la idea de poder armar una tercera vía con otros dirigentes del peronismo no kirchnerista y otros partidos progresistas.
Peronismo en llamas
Sin el impacto directo que tendrá en otras fuerzas, el resultado que logre Santoro en CABA también tendrá su consecuencia en PBA, donde el peronismo no logra zanjar las diferencias hacia adentro entre las diferentes corrientes internas que componen Unión por la Patria.
La puja principal hoy se da en la tercera sección, donde el kirchnerismo duro insiste con la idea de sacar a jugar a Cristina Fernández. Kicillof no se muestra contrario a esa posibilidad, pero pide formar parte de la mesa de decisión en la que, ya con las PASO suspendidas, se terminará decidiendo la conformación de las diferentes regiones.
Eso sí, el mandatario provincial también juega con la posibilidad de poner en cancha al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Mientras que, por su parte, el jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Gray, quiere que el partido abra internas para definir los candidatos.