El desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires no solo realzó la crisis interna que atraviesa hoy el peronismo sino que también provocó un terremoto en el mapa político del conurbano. Las reacciones de los principales dirigentes regionales fueron inmediatas entre quienes salieron a bancar al gobernador Axel Kicillof y aquellos que, encolumnados detrás de la presidenta del PJ nacional, Cristina Fernández, eligieron cuestionarlo por una decisión que consideraron unilateral.

A la espera de lo que se resuelva en la Legislatura bonaerense está claro que la puja que se viene será territorial. Sucede que al separarse los comicios de los nacionales los intendentes intentarán tener más incidencia en el armado de las listas y también una mayor participación de una campaña que estará separada en 8 elecciones diferentes: una por cada una de las secciones que conforman la Provincia.

Como parte de la propia dinámica de los unos y los otros, la fractura interna también provocó que los posicionamientos de los jefes comunales sean más claros de cara a lo que se viene. Los comunicados previos al anuncio de Kicillof, en favor y en contra del desdoblamiento, terminó por aclarar el panorama y los intendentes, mal que les pase a algunos, quedaron ubicados en los diferentes bandos en conflicto.

El conurbano, que incluye a parte de la primera y la tercera sección, será clave en lo que se viene. Y es por eso que hoy desde las diferentes corrientes salieron a mostrar músculo. Las críticas de Mayda Mendoza (Quilmes) al gobernador, a quien tildó de “caprichoso”, y la respuesta de Juan José Mussi a la posibilidad de tener que pelear contra el kirchnerismo ("Si Cristina quiere confrontar, confrontaremos"), fueron contundentes.

Bandos

De los 24 municipios que conforman el conurbano, el peronismo es gobierno en 20. Una representación alta que siempre le permitió llevar la delantera en la tercera sección y en buena parte de la historia también en la primera. Sin embargo, no todos responden a una misma terminal política.

Entre quienes se pronunciaron a favor del desdoblamiento y quedaron ubicados en el grupo de Kicillof se encuentran algunos que forman desde el comienzo de esta escisión interna como Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fernando Espinoza (La Matanza), Juan José Mussi (Berazategui) y Fernando Moreira (General San Martín).

CFK vs. Kicillof: cómo juegan los intendentes del GBA en la puja interna y quién tiene más apoyos

Pero en distintas etapas de los últimos meses también se sumaron más como Pablo Descalzo (Ituzaingó), Lucas Ghi (Morón) y Andrés Watson (Florencio Varela); mientras que los últimos en subir al barco fueron Mariano Cascallares (Almirante Brown), ya separado de su ahora exreferente Martín Insaurralde, y Mario Ishii (José C. Paz). Se trata de 9 de los 20 intendentes de la zona más populosa de la Provincia.

Por su parte, Máximo cuenta a su favor con tres intendentes de La Cámpora: la ya mencionada Mendoza, Damián Selci (Hurlingham) y Julián Álvarez (Lanús). A ellos se les suman aliados como Federico Otermin (Lomas de Zamora), Gustavo Menéndez (Merlo), Gastón Granados (Ezeiza) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y los representante del Movimiento Evita y del Frente Renovador, Mariel Fernández (Moreno) y Juan Andreotti (San Fernando), respectivamente. La cuenta es la misma: 9 de los 20 jefes comunales del conurbano.

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La lista la completan dos intendentes que ya desde hace rato tomaron la decisión de no formar parte de subgrupos internos en la puja del peronismo: Julio Zamora, a cargo de Tigre, y Fernando Gray, quien dirige los destinos de Esteban Echeverría. Ambos trabajan por fuera de una grieta que consideran parte del mismo problema que lastima hoy al peronismo.

Lo que resta ver es de qué manera se moverá cada uno de acuerdo a cómo quede armado un cronograma que ya fue estipulado por la Justicia, al que el gobernador le añadió por decreto una fecha para votar y que el kirchnerismo en unidad con el massismo busca modificar o, en caso de mantenerse las PASO, salir a dar la pelea territorial.