CFK y un pedido de suma fija para "endulzar" a los trabajadores en medio de la guerra fría con la CGT

"¿Qué pasó con esa diferencia, quién se la quedó?", se le escuchó decir a Abel Furlán sobre la puja distributiva entre empresarios y trabajadores, al mismo tiempo que agregó que es necesario tener a un "gobierno peronista ayude a resolver la puja distributiva y genere un bono que tenga absorción y vaya a recuperar el salario real". Todo esto ante la atenta mirada de una Cristina Kirchner que terminó aplaudiendo ese pedido junto a todos los trabajadores presentes.

El secretario general de la UOM invitó a la vicepresidenta a compartir un plenario gremial en la localidad de Pilar. También asistió el intendente de ese municipio, Federico Achaval. Se trata de la primera reaparición pública de CFK en un acto a dos meses y dos días de que sufriera en la puerta de su cada un intento de magnicidio.

"Es mi primera salida. Hoy se cumplen dos meses y tres días de eso que todos y todas vieron por la televisión. Yo también lo vi por la televisión, no me di cuenta del arma que empuñaron y pretendían, en los hechos, volarme la cabeza", fue lo primero que dijo la expresidenta.

Sin embargo, el foco principal del plenario estuvo puesto en salarios, poder adquisitivo y la situación compleja para los trabajadores que vienen perdiendo por goleada contra la inflación, un fenómeno cada vez más difícil de controlar para cualquier Gobierno.

El primero en tomar la palabra sobre esto fue Furlán. El secretario general, a pesar de elogiar las figuras de Alberto Fernández y Sergio Massa, fue claro y, con Cristina presente, reclamó una respuesta desde el Ejecutivo hacia los trabajadores, independientemente de los acuerdos paritarios que se están llevando a cabo. "Se la pedimos en privado y en público al señor Presidente", en referencia al reclamo por un bono para fin de año que sea complementario con el salario.

Cristina Kirchner aplaudió ese pedido y, seguidamente, comenzó con su discurso. Luego de hablar del magnicidio, se dedicó a hablar de salarios y la puja distributiva. Como en varias oportunidades, y similar a lo que hizo Alberto Fernández durante la pandemia del COVID-19, aparecieron las filminas para aportar datos a esta discusión.

"¿A dónde está la guita de los U$S 2.400 dólares que ganábamos en 2015? Fíjense en el graph. La línea azul oscura es productividad y el salario es la celeste clarita. Hay 17 puntos entre productividad y salario. La doctrina liberal de la economía de la cual tenemos muchos adeptos en los medios de comunicación, le dice a los trabajadores que el salario es igual a la productividad. No es así hoy en la República Argentina, esa diferencia es la renta extraordinaria que está tomando el capital", dijo la vicepresidenta.

"Poneme el segundo", decía una Cristina Kirchner que tenía muy claro lo que quería decir y manejaba los hilos del plenario. Al ubicar la segunda filmina, aclaró que "cuando uno habla de economía tiene que hablar de números, no con consignas ni con slogans". "Fíjense los picos del salario cómo cayó. El más bajo es el del año 77, plena Dictadura. Recién volvemos a recuperar la participación por arriba del 50% en el PBI durante mi segundo Gobierno. ¿Fíjense que curioso, no? Los comunicadores suelen decir que el primer Gobierno de Néstor fue muy bueno y que el segundo mío... En el segundo, de 2011 al 2015, trabajadores y trabajadores participaban con el salario más del 50%. Veníamos de una caída monumental después del colapso de la convertibilidad", agrega.

"Hoy escuchamos en la televisión que alguien que presentan como lo nuevo, dice que el mejor gobierno que tuvo la República Argentina es el de la convertibilidad, el de la década del 90; y que el mejor ministro fue el de ese ciclo (Domingo Cavallo). Tenemos un problema de desinformación muy grande", agregó la vicepresidenta, en una indirecta contra Javier Milei, el diputado liberal que suele elogiar la política menemista.

En toda esta puesta en escena con filminas y gráficos, Cristina Kirchner planteó que la recuperación salarial la deben pelear "los sindicatos con organización". Acto seguido, planteó que es necesario "una suma fija que vuelva a darle capacidad al salario de los trabajadores". Y sin nombrar a la Confederación General del Trabajo (CGT), deslizó: "Esto no es ir en contra de las paritarias. ¿Cómo vamos a ir en detrimento de las paritarias justamente nosotros, que fuimos los que volvimos a introducir la cuestión paritaria en la economía?".

Las críticas contra la central obrera son porque actualmente representan el principal obstáculo para aplicar políticas desde el Ejecutivo para recomponer salarios. Al menos, eso fue lo que dijo el propio Alberto Fernández en la última entrevista que brindó a El Destape. "Dar un aumento de suma fija es romper la lógica de la paritaria", le dijo al periodista Roberto Navarro, aunque le señaló que eso es lo que le trasladan los gremios ante esta propuesta de bono o aumento con suma fija.

Según el presidente Fernández, dar un incremento de suma fija como el que otorgó en 2020 implica "romper todas las escalas salariales de la actividad. Los gremios nos dicen: dejame que esto lo arregle yo, no te metas vos".

Cristina insistió en el acto que para hablar de economía hay que hacerlo con números. La vicepresidenta, para el reclamo de suma fija, se respalda en un informe que realizó el Centro de Economía Política Argentina (Cepa) que actualmente dirige Hernán Letcher, un economista muy escuchado por la vicepresidenta y que incluso fue su candidato para ocupar la secretaría de Comercio que terminó ocupando Matías Tombollini. Ese estudio explicó cuál sería el beneficio de otorgar una suma fija como la que dio a partir de enero de 2020, de $3.000, y de $4.000 en febrero: una recuperación inmediata de 9% en términos reales en enero/febrero/marzo de 2020 respecto de diciembre de 2019.

Mientras hablaba Cristina, paralelamente se preparaba Alberto para encabezar un acto en la ciudad de Santa Fe por la inauguración de la 5° Feria del Libro Nacional y Popular. También dijo presente el expresidente de Bolivia, Evo Morales. En ese encuentro, el Presidente, dijo: "Se puede gobernar pensando en la gente, en los que más necesitan y ser cuidadosos con las cuentas públicas".

Es claro que el kirchnerismo está decidido a empujar al Ejecutivo a que accione y complemente el trabajo que hacen los gremios para negociar las mejores paritarias posible. Camioneros, luego de idas y vueltas con el ministerio de Trabajo, cerró en un 107%, mientras que Sanidad, a cargo de Héctor Daer, lo hizo en un 96% anual.

Otra discusión que quieren establecer otros gremios es la eliminación del impuesto a las ganancias. En ese marco, la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, se reunió el viernes con dirigentes de la mesa nacional de la CTA de los Trabajadores, encabezada por Hugo Yasky, para "fortalecer el diálogo y el compromiso al trabajo en conjunto".

En ese encuentro, el gremio pidió por "modificar" el impuesto a las Ganancias para reemplazarlo por "un sistema progresivo donde tributen más los empresarios". Los sindicalistas plantearon también "la urgente modificación del esquema de asignaciones familiares" y al mismo tiempo sostuvieron que en materia laboral el principal problema del presente es "la existencia de amplios sectores afectados por los bajos salarios".

Son muchos los debates que tiene un Frente de Todos que hoy no se alinea en una posición común en cuanto a salarios. Un sector, empecinado en mejorar los salarios más bajos, pide bono y suma fija; el sector más "aburguesado" del mundo laboral habla de eliminar el impuesto a las Ganancias y, por otra parte, la CGT se remite a que la recomposición salarial sea únicamente por vía paritarias. En el medio está Alberto, un equilibrista -y por momentos mero espectador- que intenta contener a todos los espacios.