El Senado de la Nación informó oficialmente que sufrió un ciberataque que implicó el “secuestro” de información del sitio de transparencia. El hecho tuvo lugar a las 4 de la mañana y fue perpetrado por piratas informáticos.

“Este tipo de ataques, denominados 'ransomware', fueron perpetrados en los últimos meses contra diversos organismos públicos, del Poder Judicial y empresas de primera línea”, explicó la Cámara alta y fuentes del Congreso dijeron que "todavía nadie pidió rescate".

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Los piratas “secuestran” la información y luego piden un rescate por la misma. Según detalló el Senado, toda la información sustraída es pública y se encuentra al alcance de todos dentro del sitio de transparencia.

“Desde el momento del ataque nuestro equipo de Seguridad Informática está trabajando. Hasta el momento se logró recuperar la mayoría de la información relevante y aislar el equipamiento sensible, lo que nos permitirá recuperar la operatividad a la brevedad”, concluyó la Cámara alta.

El hecho ocurrido esta madrugada se suma a varios similares en el último tiempo. El pasado 11 de noviembre el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires sufrió un hackeo informático que dificultó el funcionamiento de su sistema de toma de denuncias.

Vale recordar que también que en octubre pasado el Registro Nacional de las Personas fue víctima de piratas informáticos que robaron información de millones de datos y luego pidieron rescate por ellos. A eso se sumó un ataque reciente al Poder Judicial e incluso a medios como América TV o a la productora Jotax.

En otro caso, el 27 de agosto de 2020 se produjo un ciberataque contra el sistema informático de la Dirección Nacional de Migraciones que desestabilizó el esquema de control de accesos fronterizos.  El hackeo desactivó varias funciones del organismo dejando al país en una situación de extrema fragilidad y generando preocupación en el Gobierno. Los inconvenientes generados duraron varios meses.

El "ransomware" es un software malicioso que cifra archivos en su ordenador con el fin de impedirle acceder a ellos. Lo difunden hackers que luego exigen un rescate con la promesa de que, tras el pago, le enviarán la clave de descifrado con la que recuperar sus archivos.

El primer ataque registrado de ransomware se produjo en 1989, cuando el biólogo evolucionista Joseph Popp infectó varios disquetes con el troyano AIDS y los distribuyó entre otros investigadores. El malware no se ejecutaba de inmediato, sino que esperaba a que las víctimas iniciaran sus ordenadores 90 veces. Entonces, procedía a cifrar todos los archivos del sistema y solicitaba a los usuarios el pago de para restaurar el acceso a ellos. Por suerte, los expertos pudieron desarrollar herramientas con las que eliminar el malware y descifrar los archivos infectados.