El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el vicejefe, Diego Santilli, arribaron a las 9.55 a la residencia de Olivos para reunirse con el presidente Alberto Fernández tras la tensión entre Nación y Ciudad por la presencialidad escolar.

Pero cinco minutos antes del encuentro, el gobierno de la ciudad presentó un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia para pedir que no se aplique la suspensión de las clases presenciales, ordenadas por un DNU del presidente.

La cautelar es contra el artículo 2 del decreto e incluye a toda otra disposición o reglamentación dictada en su consecuencia. La Ciudad pide que se le ordene al Estado Nacional que “se abstenga, hasta el dictado de la sentencia definitiva y firme, de llevar a cabo cualquier acto que implique poner en ejecución el Decreto cuestionado”.

El Gobierno porteño sostiene que el decreto viola la autonomía de la Ciudad e implica una virtual intervención federal porque se arroga potestades sobre competencias eminentemente locales, en salud y educación.

Además, se argumenta que la medida no es razonable ya que la suspensión de las clases presenciales dispuesta no se encuentra justificada en datos empíricos, y resulta arbitraria porque obedece exclusivamente a la voluntad de quien detenta el Poder Ejecutivo Nacional.

Por el contrario está científicamente demostrado, en el ámbito internacional y local, que el grado de contagio en establecimientos escolares es mínimo, sostuvo la ciudad en línea con lo que dijo Rodríguez Larreta en la conferencia de prensa de ayer.

"Es inentendible que el Presidente no consulte esta decisión. Esta no es la mejor manera de cuidar la salud de nuestra gente. El diálogo y trabajo en equipo son la forma de trabajar. No se resuelve esto con medidas inconsultas", había expresado Larreta en la conferencia de prensa, apuntando al Gobierno de tomar una decisión inconsulta y unilateral.

Esa declaración va en línea con lo que dijo el jueves por la mañana el jefe de Estado, cuando reconoció que "estas medidas no las consensué" y que será quien se haga "cargo".

Luego de esta tensión dialéctica, incorporando también a Axel Kicillof y una conferencia explosiva el jueves por la noche, el líder de la Ciudad y el mandatario argentino se reúnen para saldar diferencias, aunque desde el Gobierno le dijeron a Data Clave que "no hay margen" para retroceder en cuanto a las medidas educativas.