Con una banda roja de ingreso restringido en la puerta y un video oficial publicado en redes sociales, el Gobierno nacional confirmó la clausura del Instituto Nacional Juan Domingo Perón y del bar restaurante "Un café con Perón", que funcionaba dentro del predio. La decisión fue comunicada formalmente tras una serie de declaraciones que anticipaban el cierre del espacio histórico y cultural ubicado en Austria 2593, en el barrio porteño de Recoleta.

X de El Economista

El inmueble donde funcionaba el instituto tiene un peso simbólico particular: allí se encontraba la antigua residencia presidencial que habitó Juan Domingo Perón durante sus dos primeros mandatos y donde falleció Eva Duarte de Perón en 1952. Años más tarde, la estructura fue declarada "monumento histórico nacional" por la Ley 26.367 y reconvertida en museo, centro de investigación y espacio de actividades culturales vinculadas al peronismo.

"Un café con Perón" fue inaugurado el 17 de octubre de 2010 y durante los últimos años funcionó como una cooperativa gastronómica. El lugar, que contaba con menús populares y se presentaba como uno de los bares más accesibles de la zona, ofrecía platos del día a $6.500 y opciones ejecutivas completas a $11.000, en una de las zonas más turísticas y costosas de la Ciudad de Buenos Aires.

La medida había sido anticipada el pasado 7 de mayo, en el 106° aniversario del nacimiento de Evita. Aquel día, el vocero presidencial Manuel Adorni explicó que el instituto sería disuelto bajo el argumento de que "la investigación sobre Perón ya se realiza a través de universidades, centros académicos, fundaciones e instituciones especializadas que garantizan un estudio académico libre de condicionamientos estatales". Adorni agregó que se trataba de "una carga presupuestaria evitable" y que el espacio tenía "empleados ociosos".

Horas antes del cierre definitivo, desde las cuentas oficiales del bar publicaron un comunicado: "Este espacio fue pensado como un punto de encuentro, de memoria y de identidad popular, entendiendo su pasado y su importancia como lugar histórico". Sin embargo, el miércoles por la noche se llevó a cabo el desalojo del espacio y el despido de su personal. Según confirmaron desde la cooperativa que lo administraba, treinta trabajadores perdieron sus empleos.

El presidente de la cooperativa y referente del Grupo de Empresas Sociales y Trabajadores Autogestionados (Gestara), Leonardo Duva, afirmó que la clausura se produce pese a que "la concesión caducaba recién en 2027". Además, detalló que "están echando a la calle a una treintena de familias del espacio cooperativo y popular que vienen sosteniendo el acceso al alimento a precios populares como en pocos lados puede verse en Buenos Aires".

La semana pasada, el cierre generó una manifestación frente al lugar, con la participación de vecinos y simpatizantes del peronismo que expresaron su rechazo a la decisión. El operativo policial dispuesto para la ocasión derivó en algunos momentos de tensión, aunque no se reportaron incidentes mayores.

El inmueble permanece cerrado y bajo control del Estado nacional. A pesar de las críticas, el Gobierno no anunció hasta el momento qué destino tendrán el edificio ni los elementos patrimoniales que albergaba el instituto, ni si habrá una nueva licitación para el espacio gastronómico.