El presidente Javier Milei arribó esta mañana al Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro para asistir a la Cumbre de Jefes de Estado de Grupo de los 20, donde fue recibido por su par de Brasil, Luiz Inació Lula da Silva, con quien intercambiaron un frío saludo.

La escasa cordialidad en el fugaz encuentro es consecuencia de los insultos que el presidente libertario le dio a su colega, lo que generó un distanciamiento en las relaciones entre los dos países más importantes del Mercosur.

Fue la primera vez que Milei y Lula se vieron frente a frente. El presidente argentino no viajó a Brasil hasta ahora, pero no por un encuentro bilateral sino para participar de la Cumbre del G 20. En tanto, realizó siete viajes a los Estados Unidos, pero allí tampoco tuvo un encuentro formal con Joe Biden.

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El mandatario argentino llegó a la sede del encuentro minutos antes de las 11, acompañado de la secretaria General de la Presidencia, su hermana Karina Milei, y protagonizó un breve y protocolar intercambio con el líder del Partido de Trabajadores (PT).

El anfitrión, escoltado por su esposa Rosángela "Janja" da Silva, le extendió la mano al libertario y casi sin mediar palabra, a excepción de los cordiales buenos días, ambos se ubicaron para protagonizar la protocolar foto institucional. 

La única que rompió el silencio fue Janja para indicarle a la menor de los Milei el lugar que debía ocupar previo a los flashes. 

Minutos antes de la llegada del jefe de Estado, el fundador del PT había recibido a Joe Biden, presidente saliente de Estados Unidos, junto al que intercambió risas y le contó algunos detalles del mapa de Río de Janeiro que oficia de banner de la Cumbre.

La distancia entre da Silva y Milei data de las diferencias ideológicas y de los insultos que el libertario propició en campaña contra el tres veces presidente de Brasil. En más de una oportunidad, lo calificó de “corrupto” y “comunista”. 

“No he hablado con el Presidente de Argentina porque creo que [antes] tiene que disculparse con Brasil y conmigo, ha dicho muchas tonterías, solo quiero que se disculpe”, sostuvo en una oportunidad el brasilero. 

Pese a los pedidos, Milei decidió redoblar la apuesta: “Las cosas que dije son ciertas. ¿Cuáles son los problemas? ¿Que le dije corrupto? ¿Acaso no fue preso por corrupto? ¿Que le dije comunista? ¿Acaso no lo es? ¿Desde cuándo hay que pedir perdón por decir la verdad?”.

En Casa Rosada le achacan al mandatario caeteense haber tomado parte de la elección al respaldar al candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, en el balotaje en el que el libertario resultó electo.