Con Cristina en carrera, La Cámpora se planta fuerte y le pasa factura a Kicillof por desdoblar las elecciones
La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, respaldó la candidatura de Cristina Kirchner en la Tercera Sección y cuestionó sin vueltas a Axel Kicillof por separar los comicios. “Es una decisión que puede revertirse si hay voluntad política”, lanzó.
El anuncio de Cristina Fernández de Kirchner como candidata a legisladora por la Tercera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires reconfiguró el tablero interno del peronismo y desató un vendaval de reacciones. Desde La Cámpora, una de sus referentes más fieles, Mayra Mendoza, salió con los tapones de punta contra el gobernador Axel Kicillof por el desdoblamiento electoral y lo instó a rever esa estrategia.
“Muchas veces los escenarios cambian pero las personas no pueden volver atrás con sus decisiones”, lanzó la jefa comunal de Quilmes en una entrevista radial, dejando en claro que el enojo dentro del camporismo no es menor. Según dijo, todavía hay margen legal y operativo para que el mandatario provincial suspenda el esquema de votación dividido, que prevé comicios separados para cargos provinciales y nacionales.
Mendoza fue más allá y sugirió que la decisión de Kicillof tuvo motivaciones personales: “Yo creo que es más por una cuestión de ego que por otra cosa. Si tengo que revertir una decisión para lograr un mejor resultado electoral y que sea más eficiente, lo haría. Está en él la posibilidad de que votemos una sola vez y no dos”, chicaneó.
La dirigente aseguró que mantuvo conversaciones previas al anuncio del desdoblamiento, en las que ya habían planteado su desacuerdo. “No era acertado dividir los comicios. Cristina ya lo planteó: la unidad es lo que nos pide la militancia, los vecinos y la situación. Buscamos la mejor salida, no tengo nada que ocultar”, remarcó, dejando al descubierto que los cortocircuitos con el gobernador no son nuevos.
Respecto a la postulación de Cristina Kirchner, Mendoza celebró que se haya elegido competir en la Tercera Sección, el bastión kirchnerista por excelencia. “Es donde tiene mayor caudal electoral. Como se desdobló por decisión de Kicillof y hay ocho secciones en simultáneo, tuvo que elegir una”, explicó. La región, que incluye 19 distritos del sur del conurbano, es clave para el peronismo y suele definir elecciones.
Además, se mostró molesta por los cuestionamientos que surgieron a partir de la decisión de Cristina de candidatearse por esa zona. “Más allá del nivel de pobreza y del nivel socioeducativo, es importante poner en discusión algunos puntos que estigmatizan... hablar del ‘congourbano’, profundizar un racismo respecto del color de piel de los que habitamos estos lugares, no ayuda en absoluto”, denunció.
Con tono crítico, apuntó también contra la mirada centralista de algunos sectores. “En lugares donde no hay calles de tierra ni zanjas, votaron un gobierno como el de Milei, un gobierno muy cruel, muy insensible y antidemocrático. Hacer diferencias por las condiciones socioeconómicas es profundizar una división que no aporta nada”, subrayó, marcando la cancha frente a la narrativa que asocia pobreza con peronismo.
Finalmente, se despegó de la gestión de Kicillof y recordó que en su municipio hubo gobiernos de distinto signo político. “Yo soy intendenta de este municipio, pero en democracia hubo más de dos gobiernos que no fueron peronistas y no modificaron absolutamente nada de la realidad”, dijo, apuntando directo a Martiniano Molina, ex jefe comunal de Quilmes por el PRO entre 2015 y 2019. Y cerró con una reivindicación de la figura de CFK: “La mayor cantidad de puestos de trabajo se dieron con Cristina. La memoria de los habitantes de este lugar tiene que ver con ella, porque el último buen gobierno en este país fue el de ella”.
El calendario bonaerense marca que el próximo 7 de septiembre se llevarán adelante las elecciones provinciales, donde se elegirán legisladores, concejales y consejeros escolares. La decisión de Kicillof de mantener la fecha desdoblada sigue generando rispideces dentro del oficialismo, en un contexto en el que la pelea por el control del territorio bonaerense ya se juega a todo o nada.