La renuncia de Fernán Quirós a su precandidatura dejó más claro el panorama en la Ciudad de Buenos Aires y finalmente la disputa por la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta se dará entre dos dirigentes: el ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri y el senador nacional por el radicalismo, Martín Lousteau.

El primo de Mauricio y el exministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner son los dirigentes de Juntos por el Cambio con mejor imagen. Todas las encuestas los ubican como los candidatos con mayor intención de voto e imagen positiva en la Ciudad.

Sin embargo, no son los únicos en carrera. La coalición opositora a nivel nacional y oficialista en Ciudad logró establecer una tradición de competencia en las elecciones Primarias para luego llegar a las generales con candidatos nutridos y que logren capitalizar el voto de su adversario interno.

La Ciudad de Buenos Aires no es ajena a esta estrategia electoral y Juntos por el Cambio tendrá, en principio, cinco precandidatos para competir por la jefatura de Gobierno. A las precandidaturas de Macri y Lousteau, se suman las del legislador Roberto García Moritán, de Republicanos Unidos; Ricardo López Murphy, del Partido Demócrata Progresista y Graciela Ocaña, por el espacio Confianza Pública.

Tweet de Yamil Santoro

El caso de García Moritán y López Murphy es más que llamativo. Ambos confluían en el espacio Republicanos Unidos y, de acuerdo al reglamento interno de su partido, iba a llegar uno solo de ellos a las PASO luego de una interna con sus afiliados. El exministro de Educación, sabiendo que tenía una derrota asegurada, eligió romper con el partido y utilizar otra plataforma para poder mantener su precandidatura.

Quien da cuenta de esta maniobra es Yamil Santoro, uno de los creadores de Republicanos Unidos y quien sostiene la precandidatura del esposo de Pampita: “Ha sido una decepción la conducta de López Murphy. Nosotros siempre trabajamos para tener un candidato liberal y correr hasta donde nos den las piernas”, dijo en Nacional Rock.

Tweet de 93.7 Nacional Rock

De todos los candidatos mencionados sólo uno llegará después de las PASO y competirá mano a mano con el Frente de Todos y los liberales que vayan por afuera de la estructura de Juntos por el Cambio. Ese candidato es Ramiro Marra, que irá por La Libertad Avanza.

Vale recordar que este año, por decisión del propio Rodríguez Larreta, se desarrollarán elecciones concurrentes en la Ciudad de Buenos Aires, es decir que el candidato a jefe de Gobierno no irá en la lista sábana de las elecciones generales. Lo que sí se respeta son las fechas del calendario nacional: habrá una PASO el 13 de agosto y las elecciones generales serán el 22 de octubre.

Lo que cambia en cuanto a la elección es que esos mismos días, para elegir a un candidato en la Ciudad, los porteños tendrán que hacerlo por el sistema de Boleta Única Electrónica, un sistema que quiso instalar el PRO a nivel nacional en 2015-2019 y que no se pudo efectivizar. 

¿Qué implica este sistema de votación? Que los candidatos en la Ciudad no dependerán de la suerte de cuánto poder de fuego tenga su espacio político. Al no participar en la lista sábana de las elecciones generales, no habrá un efecto arrastre de quién esté como candidato a presidente. 

Esta sorpresiva decisión de Rodríguez Larreta beneficia principalmente a Martín Lousteau, ya que no tiene un precandidato a presidente para poder instalar su plataforma en CABA. Esto se debe a que Gerardo Morales, líder de la Unión Cívica Radical, probablemente sea el candidato a vicepresidente del todavía jefe de Gobierno porteño.

La decisión de hacer las elecciones concurrentes beneficia a Lousteau y perjudica a Jorge Macri, aunque las encuestas lo dan como el ganador de una PASO dentro de Juntos por el Cambio. El tiempo lo dirá.