La Cámara Federal de La Plata confirmó hoy el procesamiento de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani por el espionaje llevado adelante en el domicilio de Cristina Fernández de Kirchner y el Instituto Patria entre julio y agosto de 2018. Además de sus procesamientos, también fueron confirmados los de Alan Ruiz y Martín Coste,  ex jefe de Contrainteligencia.

Arribas y Majdalani estaban acusados por el juez federal Juan Pablo Augé por los delitos de violación a la ley de inteligencia (que prevé una pena de entre tres y diez años de prisión); abuso de autoridad y la falsedad ideológica. La única modificación que hizo la Cámara Federal a la resolución del juez es la situación de Coste: cambió los delitos y sólo le dejo la falsedad ideológica y el abuso de autoridad.

En los papeles, la decisión de la Cámara Federal implica un aval a parte de la investigación que lleva adelante el juez Augé. Cabe recordar que este tramo es uno de los tres que componen la investigación sobre el espionaje ilegal durante el gobierno de Mauricio Macri. Augé también tiene en sus manos la parte de los espionajes políticos y la rama penitenciaria.

Los espionajes a Cristina Fernández de Kirchner en su casa y en el Instituto Patria sucedieron entre julio y agosto de 2018. Para eso, no solo iban agentes a observar y detectar movimientos sino que incluso llegaron a colocar “autos de técnica”, lo que se conoce como un vehículo “no visible” con una cámara en su interior para filmar y registrar todo lo que suceda. “La finalidad de la vigilancia ordenada a los agentes, era la de observar y registrar a las personas que entraban y salían del lugar, y también si se llevaban o sacaban cosas, si había mudanzas, si se transportaban bolsos, mochilas, documentación o dinero”,  había dicho Auge en el procesamiento que dictó en agosto pasado.

De acuerdo al procesamiento que ahora quedó confirmado por la Cámara, Arribas impartía las directivas y Majdalani era la que dialogaba con Alan Ruiz para “transmitirle y hacer un seguimiento de las tareas”. Además, los dos ex directivos de la AFI llevaron adelante una segunda etapa delictiva, que comenzó cuando los espías fueron descubiertos. De acuerdo a la causa, y para darle cierta legalidad al espionaje, Arribas y Majdalani enviaron una nota al Congreso diciendo que todas las tareas se hacían en el marco de una causa judicial.

Eso pudo comprobar el juez federal que era falso. Lo que si intentaron ambos ex directivos fue insertar en una causa judicial la coartada. Insertaron en un expediente que llevaba el juez federal Federico Villena unos informes donde se mencionaba a Cristina Fernández de Kirchner. En esa causa no había mención a Cristina hasta bastante después de que estallaran mediáticamente los seguimientos: el 17 de agosto entra por primera vez el nombre de la actual vicepresidenta en una nota de la Agencia.