En los últimos días el PRO sumó un nuevo candidato a la pelea bonaerense con la incorporación de Joaquín De la Torre a la línea interna que responde a la titular del PRO y precandidata presidencial, Patricia Bullrich.

Con su inclusión, revalidada este domingo por el expresidente Mauricio Macri cuando fue consultado sobre cuáles son los candidatos con los que cuenta para la provincia, el partido amarillo ya suma cinco aspirantes al sillón de Dardo Rocha, con Diego Santilli, Cristian Ritondo, Javier Iguacel y Néstor Grindetti.

Y es que el PRO entiende que, en la variedad de aspirantes, se le da forma a una oferta que, pese a tener una misma filiación política (salvo De la Torre que viene del peronismo), permite alcanzar distintos sectores.

Sin embargo, la estrategia del partido amarillo expone la falta de acción que hay hoy en su principal socio político. Sucede que la UCR todavía no proclamó a sus candidatos bonaerenses y esta situación tiene nerviosos a los intendentes. Y los motivos son lógicos.

Estamos perdiendo tiempo. Los medios nacionales exponen las actividades de los candidatos del PRO y así se le da forma los candidatos del PRO como si fueran los únicos de Juntos”, la queja se da como parte del diálogo con de un intendente radical con este medio.

Para colmo, la consulta venía por el lado de la autonomía municipal. Pero está claro que este tema ya es algo que, según explica, “nos tiene a todos por igual. Si seguimos demorando vamos a ir a una interna en desventaja y eso se replica en los distritos”.

Los jefes comunales del radicalismo entienden que el hecho de no tener un candidato propio también desdibuja sus números a nivel local debido a que se pierde la tracción de la boleta del medio para una elección en la que, a diferencias de los comicios de medio término, se vota más mirando al candidato a presidente y al gobernador.

Las voces se suman. Y otro de los más de 30 intendentes con los que cuenta la UCR en la Provincia se pliega al cuestionamiento. “En 2021 dimos una muestra de poder. Y gracias a nuestro rol y a la figura de Facundo Manes logramos darle fuerza al radicalismo en la elección. Pero ahora estamos dejando pasar la oportunidad”.

Los intendentes entienden la necesidad de crear un plan de gobierno, y están a la espera de que se dé a conocer, pero saben también que el 2023 está cada vez más cerca y, al no contar con la figura de Manes (quien desandará el camino presidencial), no pueden perder más tiempo.

Y, en esa línea, quieren postular a un candidato propio. Algo con lo que vienen amagando pero que todavía no concretan debido a la buena relación que mantienen con el presidente del comité bonaerense, Maxi Abad.

Sin embargo, saben de sus posibilidades. La intención pasa por generar espacios de poder interno para, en caso de que Juntos sea gobierno, salir a plantarse en favor de lugares estratégicos dentro del organigrama bonaerense. Es que todos tienen claro que “esta vez no hay Juntos sin el radicalismo como protagonista”.

Lo expuesto días atrás por el intendente de General Viamonte, Franco Flexas, quien generó ruido interno tras lo que fue su visita Luján en la misa en favor de la democracia, agitó el avispero. “Espero que el candidato que salga en la provincia de Buenos Aires sea radical. Necesitamos más diálogo para lo que viene, primeramente más consensos, hay que llevar realmente políticas públicas de largo plazo y, para eso, hace falta sentarse en la misma mesa, porque no se viene una Argentina fácil y la Argentina que viene no puede tener extremos, tiene que tener un momento donde haya conciliación".

Lo que muchos no se animan a decir es que el temor interno pasa por la idea de que, en la demora por la elección de un candidato propio, se esconda el acuerdo de cederle el territorio bonaerense al PRO. De ahí el apuro de los jefes comunales en plantarse.

Y es que la idea de una fórmula cruzada desvela a muchos que no quieren pasar por la idea de un radicalismo nuevamente “sometido”.