Cristian Ritondo negó su pase al mileísmo y pidió una alianza para vencer al PJ en la provincia
El jefe del PRO bonaerense aclaró que no se sumará al partido de Javier Milei, aunque propuso una coalición con los libertarios para enfrentar al peronismo. De Loredo también se pronunció en contra de los “pases”, pero valoró el acompañamiento parlamentario a las reformas del Gobierno.
Cristian Ritondo salió a aclarar lo que los elogios del presidente Javier Milei habían puesto en duda: no hay pases del PRO a La Libertad Avanza. Al menos, no por su parte ni por ahora. En el marco del AmCham Summit, el actual presidente del partido amarillo en la provincia de Buenos Aires negó cualquier coqueteo con el oficialismo, aunque reiteró su propuesta de armar un frente conjunto para disputar la provincia en 2025. El mensaje fue directo, para adentro y para afuera: "Yo soy presidente del PRO en la provincia de Buenos Aires y trabajo para que haya un frente común con La Libertad Avanza para desterrar al populismo", sostuvo.
La aclaración llegó en medio de rumores que crecieron luego de que Milei elogiara públicamente a Diego Santilli y a Diego Santilli, a quienes pretende atraer para que jueguen dentro del esquema liberal en las próximas elecciones. El presidente se entusiasma con un armado que seduzca figuras de distintos espacios y que deje afuera a Mauricio Macri, pero esa idea choca con las intenciones de dirigentes como Ritondo, que tienen el aval directo del expresidente para negociar acuerdos sin entregarse al oficialismo.
“No tiene que haber paso de dirigentes. Yo creo que un frente, una alianza, ir juntos a una elección aquellos que pensamos en el cambio profundo…”, insistió Ritondo. En ese sentido, recordó los déficits de la gestión peronista en la provincia y apuntó contra el manejo del Estado: “La prioridad estuvo en otro lado. No está en la educación, no está en la seguridad, no está en la salud. La prioridad está en sostener un poder por tiempo indeterminado en la PBA”, disparó.
En los pasillos del evento empresarial, el diputado reforzó su postura con un guiño a la dirigencia del PRO que pide acuerdos sin rupturas. “Yo tengo la responsabilidad de representar a los intendentes, concejales, afiliados… nos dicen en la calle que vayamos juntos. Vamos a trabajar para eso, entendiendo que es lo mejor para terminar con el populismo”, remarcó, dejando en claro que la alianza es con Milei, pero no con su lógica política.
Además, recordó lo que considera un error reciente: “En la Ciudad de Buenos Aires hubiéramos sacado el 50% si íbamos juntos. La fortaleza que tenemos es que compartimos la visión de país”. El dato no es menor, porque el segundo lugar de Leandro Santoro en la última elección dejó al PRO relegado al tercer puesto.
En la misma línea, aunque con otro tono, el radical Rodrigo de Loredo también tomó distancia del operativo seducción del presidente. Respondió con un simple “no” cuando le preguntaron si pensaba integrarse a La Libertad Avanza, y cuestionó las prioridades del oficialismo: “Si la cuestión es qué color usás, no entiendo. ¿Era una cuestión de formas o de fondo?” ironizó. Además, marcó diferencias más profundas: “Paradójicamente, ellos son más conservadores y nosotros más liberales en lo institucional y cultural”, sostuvo.
De Loredo remarcó que el radicalismo seguirá acompañando las reformas estructurales que considere necesarias, pero con autonomía política. “Voy a seguir anhelando que este Gobierno interprete que este frente puede traducirse en resistencias electorales para cambios estructurales que necesita el país”, expresó, dejando en claro que, aunque no descartan alianzas, no se suben a ningún colectivo sin saber a dónde va.
Las declaraciones de Ritondo y De Loredo llegan en un momento clave, tras los últimos resultados en la Ciudad y con la mira puesta en las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre y los comicios nacionales de octubre. Milei juega a fondo y apuesta a ampliar su base, pero se encuentra con una oposición que, por ahora, prefiere la alianza antes que la rendición. Mientras tanto, los próximos movimientos del PRO y la UCR serán clave para definir si esa unidad opositora se convierte en una alternativa real o se diluye en la interna.