“Si se va Di Tullio se paraliza el BAPRO”. La frase pertenece a una fuente inobjetable con amplio recorrido en la institución. ¿Más simple? Si la actual integrante del directorio de la bancada bonaerense renuncia, la entidad no podrá operar dentro del marco legal.

El salto de Jorge Taiana desde el Senado nacional hacia el Ministerio de Defensa provocó un efecto dominó que, en caso de continuar con su lógica electoral, dejará al Banco de la Provincia de Buenos Aires sin quórum. Y esto generó un movimiento ascendente que, en las últimas horas, llevó a que se acentúen las llamadas para definir cuáles serán los próximos pasos a tomar.

Sucede que la reemplazante directa del ahora funcionario nacional es Juliana Di Tullio, una de las cinco directoras con las que cuenta el BAPRO, la cantidad mínima con la que puede maniobrar el presidente de la banca bonaerense, y también director, Juan Cuattromo.

Es por este motivo que el cambio natural todavía no se llevó a cabo. Según pudo averiguar Data Clave durante esta mañana habrá una reunión entre todos los directores y es allí donde Di Tullio podría dar a conocer su postura y, por ende, empezar a evaluar los caminos legales, y también políticos, a seguir para que el BAPRO siga operando.

Pero la decisión no la tiene solo Di Tullio. Quien está detrás de la rosca política es Cristina Fernández, con quien la actual directora de la entidad bancaria conversa a diario. “Lo que anuncie Di Tullio será lo que decida Cristina”, le dijo a este diario un hombre cercano a ambas partes.

Juliana Di Tullio, dueña de la lapicera en el BAPRO
Juliana Di Tullio, dueña de la lapicera en el BAPRO

De los cinco directores que tiene el BAPRO hoy, cuatro vienen de la gestión anterior, cuando la ex gobernadora María Eugenia Vidal pactó políticamente una división de poder: la propia Di Tullio (en representación de Cristina), Sebastián Galmarini (Frente Renovador), Humberto Vivaldo (de parte de los intendentes, responde a Mariano Cascallares) y Diego Rodrigo (UCR).

En aquel entonces, Vidal dejó cinco bancas para el entonces oficialismo y cuatro para la oposición. De las cuales hoy se mantienen tres por el ahora oficialismo, y a quienes se les sumó Cuattromo, luego de que el mandatario provincial, Axel Kicillof, lo pusiera al frente de la entidad y también con un lugar en el directorio. Quien dejó su lugar fue el fallecido ex ministro de Transporte, Mario Meoni.

Con el cambio de gobierno, y desde el fin del contrato de cuatro directores, la oposición le reclama a Kicillof la renovación de esos cargos. Aducen que se les “debe” un lugar en la mesa central del BAPRO. El anzuelo político de la deuda es algo más que una devolución de gentilezas. Sucede que en la actualidad el Senado bonaerense, quien aprueba los pliegos para la entidad bancaria, cuenta con 26 legisladores de Juntos y 20 del Frente de Todos por lo que el gobernador no tiene los votos necesarios para llevar a cabo los reemplazos sin la posibilidad de negociar con la oposición.

En concreto, la salida de Di Tullio generaría un agujero y paralizaría la gestión. “Hay un montón de decisiones que tienen que pasar por el directorio y si no hay quorum no se pueden tomar no se pueden tomar. Existe la posibilidad de que el presidente pueda utilizar facultades de emergencia, pero no se me ocurre que eso pueda suceder durante meses”, le cuenta a Data Clave un hombre que conoce el paño interno.

Sin embargo, el oficialismo ya tiene un plan en marcha.  Si se concreta el salto de Di Tullio a la Cámara alta del Congreso, se podría poner en juego nuevamente otro pliego que se había enviado al mismo tiempo que el de Cuattromo, y que no fue aprobado por el Senado en su momento debido a que no se negociaron el resto. La intención sería lograr, al menos, hasta fin de año, la aprobación del ingreso de Alejandro Formento, asesor de Cuattromo, para cumplimentar el tiempo pendiente de Di Tullio.

“Ello son así. No dicen nada. Y juegan a los golpes. Pero no hay mucho que explicar. Nosotros les aprobamos pliegos a su favor teniendo mayoría en la Cámara alta. Y hoy ellos deciden no nombrar a nadie de la oposición. Seguro esperan a las PASO para tener una idea de cómo pueden quedar. Pero nosotros vamos a hacer valer nuestra mayoría”, le cuenta a Data Clave un senador provincial de Juntos.

A la espera de la resolución final, se sabe, Cristina será quien acomode las piezas tanto en el Senado nacional como también, por consecuencia, la forma de negociar para conseguir que el BAPRO pueda seguir operando sin contratiempos. Habrá que ver qué decisión política toma la oposición ante esto.