El "Vasco" Raúl Othacehé tiene años en la política. No por algo su gente más cercana lo sigue llamando jefe. Intendente de Merlo desde 1991 solo dejó el gobierno por dos años cuando fue ministro de Gobierno de Carlos Ruckauf y desde 2015, tras 24 años, cuando Gustavo Menéndez lo derrotó en una interna sorpresiva que ya dejó de llamar la atención cuando volvió a hacerlo en 2019. 

Sin embargo, se sabe, Othacehé es sinónimo de Merlo. Y en la balanza política la historia tiene su peso. Y su contrapeso, claro. Pocas horas después de que la Junta Electoral bonaerense diera de baja su lista, el exjefe comunal le dijo a Data Clave que “Menéndez no quiso competir y cercenó toda posibilidad porque es un miedoso. Ayer (por el martes) celebró que hayan bajado mi lista como un triunfo electoral”.

Y agregó: “Él es el responsable y el gran promotor de que no haya una lista opositora como la nuestra y como la de otros compañeros. Quiere seguir siendo intendente sin someterse al escrutinio del pueblo. Es antidemocrático y antiperonista”.

Como se percibe, Othacehé quedó embroncado. Y los motivos, cierran. Su lista fue rechazada por el juez Alejo Ramos Padilla por registrar cuatro avale cuando en realidad presentaron más de mil. Una situación similar por la que pasó en 2019 pero que, en ese momento, terminó contando con la autorización del organismo bonaerense. “En 2019 resolvieron la misma situación de forma diametralmente opuesta. Para un organismo como la Junta Electoral es una incongruencia muy llamativa”, agrega el dirigente.

Gracias a esa interna, el ex intendente pudo colar a su hijo en la boleta del actual jefe comunal como candidato a concejal. Puesto que hoy conserva en el HCD local junto a Cintia Carnabucci, con quien conforma el bloque “Verdad Justicialista”. Dice Othacehé al respecto: “Nosotros siempre fuimos opositores al gobierno municipal porque acá no encontramos nada positivo. Todo es negativo. En Merlo hay una corrupción rampante”.

El Vasco, como se lo conoce, no se da por vencido. “Vamos a tener una reunión con los responsables del grupo, con aquellos que tienen representatividad local para ver cómo vamos a seguir trabajando con la gente para construir políticas para el peronismo. Está claro que la gente no lo quiere más a Menéndez, y queremos que este pésimo gobierno termine”.

La de Othacehé no es la única lista que se dio de baja dentro del peronismo. Fueron casi 70 las que quedaron afuera no solo por la intervención de la Junta Electoral del Frente de Todos, que no les permitió formar parte de la interna, sino también por lo resuelto por Ramos Padilla. “En el peronismo no competir es un muy mal mensaje. Yo soy producto de una fuerte renovación porque mi militancia, de joven, fue post democrática. Logramos la renovación con Cafiero por un fenómeno similar a este. Porque cuando se cercena la posibilidad de participación de los peronistas, que es lo que estamos viviendo, nos damos cuenta que lo que hay delante es un fraude porque no puede ser que todas sean bochadas por lo mismo”

Y cierra: “Con la interna de Menem y Cafiero pensé que había ganado la democracia en el peronismo. Pero no. Está claro que dejando afuera gente del propio movimiento se deja de practicar la democracia interna".