El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, mantuvo este viernes un encuentro con los dos principales candidatos que tiene la provincia de Córdoba, que son el diputado Rodrigo De Loredo, por UCR-Evolución y Luis Juez, por el PRO.

La reunión de los tres dirigentes se da en medio de un fuerte conflicto interno en Juntos por el Cambio para dirimir las candidaturas. No parece ser el caso en Córdoba, ya que De Loredo y Juez se pasean juntos en varias recorridas y tienen la intención de imaginar una fórmula a futuro para vencer al peronismo cordobés.

El encuentro también es significativo para Juntos por el Cambio porque cada vez toma más fuerza la idea de las fórmulas cruzadas. Lo dejó en claro la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien hace poco se fotografió con un grupo de radicales en la fiesta de la Vendimia, en Mendoza. Allí también dijo presente el radical De Loredo.

En el caso de Morales, hoy las reuniones más virtuosas las tiene con el senador nacional Martín Lousteau y con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, precandidato a presidente por el PRO.

Sin embargo, Morales destacó la sintonía fina entre De Loredo y Juez en clima pre-electoral y aseguró que la coalición opositora “está transitando por un buen camino, con la unidad como eje fundamental”, al menos en Córdoba.

En esa línea, Morales expresó que "la unidad de Juntos por el Cambio en la provincia es una señal muy importante para todo el país", y los alentó a profundizar ese camino y a armar una fórmula competitiva.

Ese mensaje tiene un doble sentido y uno de los apuntados es el diputado Facundo Manes, acusado por Morales y sus feligreses de desafiar el espíritu competitivo del radicalismo y de no querer dar internas por dentro del partido. Uno de los que dejó trascender este malestar es el propio intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien abiertamente le pidió a Maxi Abad que compita en internas para ver quién mide mejor para ser candidato a gobernador bonaerense.