Cúneo Libarona redobla la apuesta: campaña con tintes polémicos para sostener su lugar
El ministro de Justicia, en el ojo de la tormenta, busca sobrevivir a los rumores de remoción impulsando la eliminación del femicidio del Código Penal. Desde el oficialismo aseguran que su rol está lejos de peligrar, pero las internas en la Casa Rosada no paran de sumar tensión.
El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, volvió a ser el centro de las miradas al anunciar un proyecto que busca eliminar la figura de femicidio del Código Penal, justificándolo como parte de un cambio hacia una justicia "igualitaria y sin concesiones ideológicas". La medida generó revuelo y críticas tanto dentro como fuera del oficialismo, mientras el ministro sigue intentando disipar los rumores sobre su posible salida del cargo.
Desde la Casa Rosada los rumores no cesan: se habla de tensiones internas y de cómo el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, parecería tener más influencia en las decisiones que el propio ministro. "El verdadero jefe es Caputo", afirman en los pasillos, refiriéndose al influyente funcionario que maneja las riendas desde las sombras.
Además, la abrupta salida de Silvia Sofía Fredes, exsubsecretaria de Gestión Administrativa, reavivó las versiones de un gabinete en constante fricción. Mientras el oficialismo insiste en que Fredes dejó el cargo para asumir "un desafío laboral superador", otras voces apuntan a su falta de idoneidad.
Por si fuera poco, la remoción de Ignacio Yacobucci al frente de la Unidad de Información Financiera (UIF) fue otro golpe para Cúneo Libarona. Su justificación de que el desplazado titular “no seguía la línea de austeridad” quedó en entredicho cuando trascendieron los gastos excesivos en viajes del exfuncionario. Este episodio consolidó aún más el poder de Caputo, quien ya había designado a otros nombres clave en la UIF.
En paralelo, el propio Cúneo se encargó de alimentar la polémica con declaraciones incendiarias en el streaming libertario Carajo. "Se acabó la joda del género", sentenció, criticando la supuesta utilización del feminismo como "arma extorsiva" y como un "negocio multimillonario". Según el ministro, su propuesta busca poner fin a las falsas denuncias de violencia de género, argumentando que estas "destruyen familias y arruinan vidas".
Las cifras de ejecución presupuestaria tampoco ayudan a mejorar su imagen: el Ministerio de Justicia sólo ejecutó el 41,91% de su presupuesto en 2024, según datos oficiales. Esto, mientras el sistema judicial enfrenta graves déficits, con más de 300 juzgados vacantes en todo el país. A pesar de promesas como el envío de 150 pliegos para cubrir cargos, ninguno llegó al Senado.
En su intento de juntar fuerzas para arraigarse al gabinete, el ministro también anunció el cierre de 155 Registros Automotores, para no desentonar con la motosierra que le gusta a Javier Milei.
Aunque las internas están a la orden del día, desde el oficialismo aseguran que el ministro tiene un rol clave: "Es el que pone la cara con los medios y se encarga de explicar las políticas del Gobierno", sostienen desde Balcarce 50. Además, afirman que el presidente lo considera un “motivador” y destaca su lealtad.
En este contexto, la eliminación del femicidio del Código Penal no sólo se presenta como un cambio legislativo, sino también como una apuesta política de Cúneo Libarona para reafirmar su lugar en el equipo de gobierno, a pesar de las críticas internas y los traspiés acumulados durante su gestión.