El ex ministro de Desarrollo Social y actual diputado nacional, Daniel Arroyo, dialogó en exclusiva con Data Clave en un contexto delicado para el Frente de Todos por la reciente renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque de la Cámara de Diputados.

El hombre del Frente Renovador valoró la dignidad de su par camporista, aunque consideró que, en estos tiempos que vive la Argentina, es necesario que los dirigentes apelen a la "ética de la responsabilidad".

Si bien ve como "positivo" el acuerdo del Gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI), entiende que mientras se observa la superficie de la macroeconomía, no se están atendiendo los problemas de la "vida cotidiana", principalmente en los barrios.

"Yo ando permanentemente por los barrios y todos me hablan de estas cosas, no del Fondo Monetario Internacional", manifestó el ex titular de la cartera que actualmente preside Juan Zabaleta.

Presentará tres proyectos ligados a la asistencia financiera a sectores críticos, la modernización de las escuelas -principalmente en el nivel secundario- y al aumento de partidas para tratar las problemáticas vinculadas a la salud mental.

Y lanzó una dura pero sincera reflexión sobre la dirigencia política: "Hay un problema serio hoy en el que está muy lastimada la relación entre la sociedad y la política, hay un desenganche fuerte. Si nosotros no resolvemos estos problemas, la sociedad va a buscar los extremos como los partidos de derecha, que son malos y negativos para América Latina".

Daniel Arroyo, ex ministro de Desarrollo Social y actual diputado nacional
Daniel Arroyo, ex ministro de Desarrollo Social y actual diputado nacional

Data Clave: ¿Cómo está el Frente de Todos con la salida de Máximo Kirchner y en vista al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)?

Daniel Arroyo: El Frente de Todos está unido. Está claro que ha habido una crisis, la cual ya ha sido resuelta. Máximo tuvo una actitud muy digna al decir que no estaba de acuerdo con los avances que tuvo el ministerio de Economía con el Fondo Monetario. Eligió correrse y dejar el lugar a un jefe de bloque que lleve adelante el tema más importante que se va a desarrollar en el Congreso. Me parece que el Presidente y Sergio Massa hicieron algo positivo eligiendo a Germán Martínez, una persona de diálogo, consenso y que buscará amalgamar a todos los sectores. Lo que tenemos es un acuerdo razonable, Argentina no tenía condiciones para pagar U$S 19.000 millones este año y U$S 20.000 mil millones el próximo. El acuerdo prorroga los plazos, tiene un sendero de reducción fiscal razonable y no cuenta con reforma previsional ni laboral. Diría yo que, en un contexto de tanta debilidad cambiaria y de reservas, se llegó a un acuerdo razonable que creo que va a ser aprobado por la gran mayoría de los sectores.

DC: Según las consultas y cuentas que hace Data Clave, Máximo Kirchner arrastra al menos a 40 diputados que podrían oponerse al acuerdo. ¿Cree que este sector va a acompañar el proyecto a pesar de las marcadas diferencias?

DA: No lo sé, pero no tengo dudas que el Frente de Todos va a seguir unido. Es claro que el tema del FMI es determinante. Yo tengo la peor mirada sobre el Fondo Monetario, estudié el último préstamo que nos dieron, la crisis del 2001 y la teoría del Fondo de que los países quiebran, también seguí los temas de Grecia y Portugal. Ahora bien, en un contexto tan complejo y de debilidad nuestra en términos de reservas y de actualidad cambiaria, es un acuerdo posible. En esa lógica que yo aplico, creo que vamos a aplicar la mayoría para votar a favor.

DC: ¿Cuál es su visión sobre la salida de Máximo Kirchner? ¿Coincide en su diagnóstico?

DA: Entiendo la postura. Yo vengo de la ciencia política. Hay un autor y sociólogo muy reconocido, que es Max Weber, que planteaba que siempre había una tensión entre "la ética de la responsabilidad" y "la ética de los principios". Yo estoy aplicando la primera, a pesar de que tengo verdaderamente la peor opinión del FMI y que no me gusta para nada avalar un acuerdo. Pero con la situación actual y el absurdo de haber tomado U$S 44.000 mil millones de deuda a pagar en poquísimo tiempo, está claro que tenemos que ir a este acuerdo que nos permite no frenar el crecimiento. Entiendo la lógica de los que se oponen al acuerdo, pero yo apelo a una ética de responsabilidad, entendiendo que los problemas macroeconómicos argentinos son importantes.

DC: Cecilia Moreau, que también tiene cercanía con Sergio Massa, dijo que Martín Guzmán "no tuvo la dedicación que tendría que haber tenido para conversar con el bloque". ¿La negociación fue pura y exclusivamente del Poder Ejecutivo y su equipo técnico?

DA: Yo soy muy nuevito en el bloque, fui ministro de Desarrollo Social y asumí como diputado el 10 de diciembre, hace menos de dos meses que estoy y no he seguido lo que ha pasado en el bloque. Primero parto de la base en que, siempre que hay un acuerdo con el FMI, hay una reconfiguración del sistema político. Y segundo las negociaciones tienen que llevar adelante el ministerio de Economía en términos generales. Te repito, no te puedo dar certezas de esa interacción, desde mi asunción en lo que más trabajamos fue en la ley de Presupuesto que no terminó saliendo. Arreglar con el Fondo genera tensiones y creo que se están resolviendo bien en el Frente de Todos.

DC: ¿En su tiempo de ministro de Desarrollo Social tuvo algún contacto con el FMI?

DA: Yo tuve cuatro o cinco reuniones con el equipo técnico del Fondo Monetario. Siempre que venían solían hacer rondas con Economía y con otras áreas. Siempre quedó claro que las partidas que tenían que ver para atender la cuestión social, llámense planes sociales o asistencia alimentaria, no iban a ser tocadas. De hecho, en lo que anunció Guzmán, esas partidas no estuvieron tocadas y también quedó en claro en el Fondo para ser sincero, que siempre entendió eso.

DC: ¿Cómo imagina el futuro del Frente de Todos si el acuerdo se termina dando con una parte del oficialismo y con el apoyo total del bloque de Juntos por el Cambio? ¿Marcaría una fractura política?

DA: Creo que todos aprendimos que la unidad es un valor determinante para el Frente de Todos, no solo en términos electorales, sino también de gestión, a pesar de todas las dificultades. En mi modo de ver, los gobiernos de coalición es el tipo de gestión que vamos a tener por los próximos cuatro períodos de la Argentina. Creo que este modelo de un Gobierno de coalición con distintas miradas, es lo que viene y en América Latina. Me parece que todos vamos a convivir con estas modalidades que son particulares para el sistema argentino, ya que es un país presidencialista con una coalición parlamentaria. Esa gimnasia la tenemos que desarrollar todos, y eso significa apuntar a sostener la unidad del bloque oficialista. Actualmente no tengo idea del poroteo y no creo que tenga idea nadie todavía, entiendo que en las próximas semanas va a estar los Memorandos de Entendimiento con el FMI y que va a venir el proyecto para ser o no aprobado en el Parlamento. No tengo dudas que continúa la unidad del Frente de Todos y que los modelos de coalición y de tensión van a ser permanentes en los próximos 15 años en la Argentina. Tenemos que lograr este acuerdo para hablar los temas centrales.

Daniel Arroyo: "Arreglar con el FMI genera tensiones y creo que las estamos resolviendo"

DC: ¿Cuáles serían los problemas centrales?

DA: Estamos mirando lo macro, pero después está la vida cotidiana. Yo creo que ahí hay tres problemas: el problema del aumento de los alimentos, el endeudamiento de las familias y que los sueldos rindan para fin de mes; que la escuela sirva y recuperar la secundaria como centro comunitario y como el espacio más importante del barrio; y que el Estado te cuide en materia de seguridad. Yo creo que esos son los tres ejes determinantes. Yo ando permanentemente por los barrios y todos me hablan de estas cosas, no del Fondo Monetario Internacional. Aspiro a que pasemos este acuerdo y concentremos los esfuerzos en esas tres cuestiones. Mi intención al menos es presentar proyectos sobre estas bases.

DC: ¿Cuáles serían los proyectos?

DA: Son tres. Uno es un sistema de créditos "no bancarios", yo creo que Argentina tiene un problema serio de endeudamiento y que atraviesa a las familias. En las casas la gente no arranca de cero, sino de -10. El que tiene tarjeta paga el mínimo y va para adelante, el más pobre va a la financiera y toma un crédito al 200% anual y ahora está el fenómeno del "recrédito", que es tomar un crédito para tapar otro, es un circuito de deuda. En Argentina hay 6 millones de personas que trabajan de gasistas, carpinteros, plomeros y gente que hace changas que no puede presentar papeles para acceder a un banco. Yo propongo este proyecto de tomar créditos no bancarios para poder comprar máquinas, herramientas e insumos. La misión es crear un fideicomiso del que participe el sector público y privado con una tasa del 3% anual, con el objetivo de que se pueda acopiar material o que se puedan acceder a herramientas para salir a operar. Lo básico es lograr capitalizar y desendeudar a las familias. El segundo apunta a una escuela secundaria más moderna, flexible y tecnológica. Tenemos que ir a un esquema en el que los alumnos puedan elegir sus trayectos en base a sus intereses, vinculando escuela y trabajo en los últimos años. Otro gran tema, que se potenció con el último hecho de la cocaína envenenada, es tratar el tema de la salud mental. Hay que fortalecer los centros de prevención y atención a las adicciones. Hay una ley de Salud Mental que fue buena en su momento, pero que hoy marca un problema, y es que una persona para internarse puede hacerlo solo con su consentimiento. Un chico que está en una situación crítica no va a querer hacerlo, por eso voy a pedir que las familias sí tengan esa potestad de elegir. Creo que esas tres cuestiones van al centro de los problemas en los barrios pobres y de clase media.

DC: ¿Y cómo se logran aglutinar estas demandas con las otras que tiene el FMI que, independientemente de lo que pase en el país, solo piensa en hacer reformas para asegurarse de cobrar lo que prestó?

DA: Se logra fijando nuestras propias prioridades. Lo distinto a este acuerdo del Fondo con otros, y muy importante, es que siempre el monitoreo trimestral fue sobre políticas públicas, hoy va a estar sobre metas. Las políticas públicas las define el Gobierno y eso es un avance importante. Está claro que hay restricciones, pero tenemos que priorizar este tipo de cosas. Hay un problema serio hoy en el que está muy lastimada la relación entre la sociedad y la política, hay un desenganche fuerte. Si nosotros no resolvemos estos problemas, la sociedad va a buscar los extremos como los de derecha, que son malos y negativos para América Latina.

DC: ¿Cuál es su visión sobre la política tarifaria? Es una discusión recurrente en el Frente de Todos y ahora se suma el FMI, que pide bajarlos. Martín Guzmán dijo que tenemos un sistema "pro ricos".

DA: Hay que ir a un esquema de segmentación. Creo que en esto sí estamos preparados técnicamente para avanzar. En mi tiempo en el ministerio me ocupé de tener mejores bases de datos que no existían hace diez años. La información fiscal, tributaria, social y laboral está más clara y accesible. Las condiciones están dadas para ir a este sistema para subsidiar principalmente a los sectores que están necesitados.

DC: ¿Le queda margen al Frente de Todos para seguir siendo una coalición? ¿Cómo se puede tener unidad si hay profundas diferencias en temas que son centrales?

DA: Claramente ninguno querría un acuerdo con el Fondo, hay una absoluta mirada general del sistema político en el que esto no debería haber sucedido. Frente a esto, hay miradas sobre cómo ir para adelante. Me parece que la mirada que va a pregonar es la de la ética de la responsabilidad. El Frente de Todos se va a fortalecer y creo que eso se va a trasladar a la responsabilidad colectiva de todos los espacios. Y tenemos que aceitar esto, porque, te repito, hay una relación muy lastimada entre la sociedad y la política. Lo único que no podemos hacer es no cumplir con los tres problemas que te planteé anteriormente. Para mí es central acordar con el Fondo y atender estas demandas, de lo contrario, los sectores extremos van a crecer y vamos a tener serias consecuencias.