Septiembre de 2005. El por entonces juez federal Claudio Bonadio citaba a indagatoria al exministro de Justicia y Derechos Humanos en una causa donde se investigaba su responsabilidad por el mal funcionamiento de las cárceles federales. Ese exministro era Horacio Rosatti, peleado en ese momento con el presidente Néstor Kirchner. Sin embargo, el actual titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación no se presentó en Py: recusó en duros términos a Bonadio en un escrito que firmaron sus dos abogados, Raúl Gustavo Ferreyra y Daniel Erbetta. El primero, constitucionalista. El segundo, penalista y actual integrante de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe.

En ese escrito, Erbetta y Ferreira recordaron que el magistrado federal era investigado en el Consejo de la Magistratura por una presentación de Rosatti donde se le achacaban irregularidades en la causa AMIA. La causa contra el actual supremo no avanzó y Bonadio fue apartado del expediente por el atentado a la AMIA, aunque años después tendría en sus manos una especie de desprendimiento como lo es la causa por el Memorándum con Irán.

Erbetta sacudió la tranquilidad político-judicial santafesina esta semana cuando en una entrevista habló sobre lo que él consideraba como múltiples errores dentro de la causa Vialidad donde se juzga a Cristina Fernández de Kirchner. “Este proceso, si tiene algún valor es el valor pedagógico, porque es un proceso que nos permitiría a nosotros enseñarle a los alumnos cómo no debe ser un debido proceso penal, cómo no debe actuar un fiscal y cómo no debe actuar un juez", sostuvo el también profesor titular de Derecho Penal en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario.

Hincha de Newell 's, Erbetta no es justamente alguien relacionado estrictamente al universo peronista. Tras años de ejercer de manera particular la profesión, fue propuesto como integrante de la Corte en 2007 por Jorge Obeid, que buscaba una “renovación” de ese tribunal. Esto generó una serie de conflictos hasta que finalmente, ya en el mandato del socialista Hermes Binner, el penalista pudo ingresar a los tribunales.

A lo largo de los años, si algo ha caracterizado a Erbetta fue su vínculo con los medios. No es reticente a dar entrevistas y en más de una ocasión ha dado su opinión sobre distintos temas que atraviesan lo político-judicial. En diciembre de 2015, cuando Mauricio Macri quiso nombrar a Rosatti y Carlos Rosenkrantz en comisión, fue uno de los que opinó que la idea iba en contra del proceso previsto en la Constitución Nacional, más allá de haber dejado de lado “la calidad personal y profesional de las personas propuestas”.

En febrero de este año, el juez fue fuerte para defender su voto en una causa de alto contenido político en Santa Fe: el expediente contra el senador Armando Traferri donde se investiga una red de juego clandestino. Allí, Erbetta votó en contra de los fueros que impiden que un legislador sea investigado.

“Creo que hay que diferenciar la inmunidad de arresto, la indemnidad de opinión parlamentaria y la inmunidad de proceso. Esta última figura se torna en inaplicable. Ha dejado de ser una inmunidad y pasó a ser un privilegio. El ex presidente Macri asumió como Presidente estando procesado y Cristina de Kirchner siendo Presidenta se sometió a más de siete procesos penales mientras seguía en el cargo", recordó en ese momento.

Cuando hace algunos meses la Corte Suprema organizó en la provincia un encuentro de jueces federales con foco en la problemática del narcotráfico, Erbetta fue también uno de los magistrados que salió a defender el trabajo que se hace en tribunales: “el actor que menos puede ser reprochado por lo problemas de seguridad que hay en Rosario es la Justicia". "La tasa de encarcelamiento en diez años es un indicador tremendo de la hiperactividad de la justicia provincial", agregó y dijo que los fiscales y jueces “llenaron las cárceles y el problema sigue”, al mismo tiempo que cuestionó cierta inacción por parte de la política. 

"Estamos atravesando una situación que es muy transversal y que está por fuera de las ideologías y espacios políticos. Hay dos equipos y es momento de dar la cara. Me sorprenden los silencios de la política frente a lo que esta atravesando Rosario. Me sorprende que en la Legislatura no haya iniciativa para discutir, por ejemplo, una reforma de las leyes de seguridad o una reforma policial", marcó en ese momento.