El ministro de Economía, Sergio Massa, envió el presupuesto para el año próximo en tiempo y forma. El 15 de septiembre a última hora entró por mesa de entrada de la Cámara de Diputados, tal como marca la ley. Unas semanas más tarde, lo presentó y respondió preguntas de los presidentes de bloque en el Salón de Pasos Perdidos. Tal como habían acordado los jefes de bancada, luego sería el turno de los ministros y secretarios del Gobierno nacional.

Los primeros en exponer fueron Jaime Perczyk y Daniel Filmus, el primero tuvo un breve cruce con Juntos por el Cambio por las transferencias a una universidad de Formosa cuestionada en la interna provincial. De parte de la izquierda, hubo fuertes cuestionamientos a los presupuestos universitarios. En esa misma jornada, sorprendió Miguel Pesce en una visita fuera de agenda pero que además fue un señal de voluntad a la oposición. La invitación al titular de BCRA fue el principal requerimiento que hizo JxC al inicio del debate.

A la siguiente jornada, tocó el turno de dos que ahora son ex ministros del Gobierno, Juan Zabaleta y Claudio Moroni. Ambos de carteras sensibles por los últimos índices de pobreza e inflación. Otra vez el clima de las reuniones estuvo cruzado por la armonía y la poca participación de diputados ante la celebración del Día del Perdón judio y la llegada de un fin de semana XXL que complicaba los traslados. 

A estos nombres hay que sumar al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, cartera clave en cada uno de estos debates, a los secretarios del gabinete económico, a la titular de ANSES, Fernanda Raverta, al titular de AFIP, Carlos Castagneto, a representantes de CAMMESA y ENARSA, y hasta la presencia del ministerio de Defensa, con Jorge Taiana, por primera vez en un debate de presupuesto, entre otros. Reuniones informativas que comenzaron desde las 11 de la mañana y que se extendieron hasta pasadas las 21. 

La sensación que dejó la primera semana de visitas ministeriales es que Juntos por el Cambio mantuvo un tono acorde que acompaña la inercia de una media sanción que todos dan por hecho y a todos favorece. El Gobierno saca una ley clave y la oposición le quita la discrecionalidad al manejo de las arcas del Estado. Es por eso que las críticas más fuertes a los funcionarios del gobierno nacional vinieron desde la izquierda. La oposición celebró el tiempo que se le da al debate del Presupuesto y aprovecha para marcar un error: la caída del Presupuesto 2022 fue por impericia oficialista.

“No predispone pero al menos no ‘mal dispone’”, sintetizó un diputado de la oposición sobre la extensa visita de ministros. En los pasillos de la sala que contiene al debate parlamentario del Presupuesto se reflejó el apacible clima de debate. El propio Massa sabía de lo que significan estos gestos en una Cámara que supo conducir y en la cual vivió en carne propia la acotada predisposición al debate del ministro Martín Guzmán durante el Presupuesto 2022. El titular de la cartera económica dio la orden y organizó con tiempo un debate que no puede repetir errores no forzados.

Para la oposición, la posibilidad de discutir las PASO no son moneda de cambio. En este contexto, la oposición no condiciona sus votos al Presupuesto especulando con bloquear la posible suspensión de las primarias “El Presupuesto lo vamos a votar igual porque si no tienen presupuesto es peor y te cagan cómo hicieron este año”, definió sin atenuantes una voz directa del bloque Juntos por el Cambio.

Oficialismo y oposición, por intereses distintos, tienen un mismo objetivo, que el Presupuesto sea ley.