En una Plaza de Mayo colmada de militantes peronistas por los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner como presidente, Crístina Fernández de Kirchner revitalizó al oficialismo de cara al cierre de listas de junio. Sin embargo, las expectativas sobre posibles candidatos no fueron cumplidas y el discurso hizo un repaso por los últimos años y algunas definiciones programáticas a futuro.

Con un escenario colmado de referentes del Frente de Todos desde Máximo Kirchner a Sergio Massa, la vicepresidenta ensayó primero un repaso por la gestión de los primeros años del kirchnerismo para después dar paso a mensajes cargados a la interna del oficialismo.

Rumbo Económico y FMI

“No es pecado pagar buenos salarios. Al contrario”, dijo la vicepresidenta en referencia a la situación económica. En este punto, recordó su frase sobre “que la ganancia no se la queden cuatro vivos” de fines de 2020 y señaló que tuvo razón. 

En este punto, ratificó críticas al FMI al señalar que “les dieron U$S 57 mil millones para que pudieran ganar las elecciones. Un crédito insólito. No tiene la culpa el chancho, sino el que le da de comer”. Sobre esto, pidió una “solución política” para poder pagar el crédito. 

En cuanto al rumbo económico, volvió a cargar contra los que creen que con el campo o la exportación de materia prima se alcanza pidiendo tener de ejemplo a los países avanzados de Asia. “Hay algunos dirigentes que tienen vocación de ser colonia. ¡Qué vocación, hermano! Ponete en la cabeza ser Malasia o Corea, pero no Potosí”, aseguró CFK.

“Somos 46 millones, no alcanza con la materia prima. Necesitamos agregar valor y tecnología para que haya trabajo de calidad y buenos salarios”,  dijo y remarcó que los flujos financieros suman deuda para no dejar industrializar al país.

Pacto Democratico

En cuanto a la convivencia interna y la política, la vicepresidenta volvió a señalar como lo viene haciendo la necesidad de una “renovación” del pacto democrático. “En una plaza como esta, el 30 de octubre del 83, un argentino que no era de mi partido había ganado las elecciones, afirmando ser la vida y la paz junto a miles de jóvenes como ustedes que horrorizados por la dictadura reclamaban un país diferente”, apuntó en referencia a a la asunción del radical Raúl Alfonsín. 

Justicia

En el tramo final del discurso, la ex presidenta cargó contra la Corte Suprema y el sistema judicial. “Me quieran matar o meter presa, yo nunca voy a ser de ellos; yo voy a ser del pueblo, y de ahí no me muevo”, arremetió.

“Los argentinos se merecen volver a tener una Corte Suprema que sea llamada como tal sin ponerse colorado. Se lo pido a todos los partidos políticos, es la imagen del país también”, agregó.

En este sentido, haciendo una referencia a la Corte de Néstor Kirchner, cargó contra los magistrados actuales y dijo que “nunca se escuchó” lo que se escucha sobre los actuales miembros del tribunal. “Tenemos que repensar el diseño institucional. No podemos seguir con la rémora monárquica con personas que son designadas de por vida y que nunca más rinden cuentas”, sentenció.