A pesar de las declaraciones de la ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, María Teresa García, quien había dicho que volverían a poner controles en todos los accesos al Gran Buenos Aires desde Capital Federal, a última hora del viernes los voceros más cercanos del gobernador Axel Kicillof salieron a aclarar que la medida no se repetirá este fin de semana.

“No hay cronograma previsto para este fin de semana”, aseguró una fuente de la provincia a Data Clave. Echando por tierra las declaraciones públicas de la ministra de Gobierno y del propio Sergio Berni que desde su cartera de seguridad durante todo el viernes hacía saber que el operativo se iba a repetir.

El sábado 1 de mayo, día que comenzó a regir un nuevo DNU con restricciones, el caos de tránsito generó demoras de hasta seis horas por los controles en la autopista Panamericana, el Acceso Oeste y la autopista Ricchieri. Esto le costó fuertes críticas al gobierno provincial. A pesar de que varios exponentes del gabinete consideran necesario repetir la medida, el gobernador se quedó con la última palabra.

“Mañana va a haber controles en todos los accesos, como los tiene Capital Federal. Esperemos que haya conciencia ciudadana que nos estamos para tirar manteca al techo. Está bajando muy lentamente esta meseta pero no estamos de fiesta. El virus sigue descontrolado”, dijo Teresa Garcia en declaraciones radiales como confirmación oficial de que los controles estarían.

Sin embargo, desde el entorno del gobernador, explicaron que esa frase se refería a los controles en horarios en los que está prohibido circular. Puntualmente, aseguraron que la funcionaria estaba haciendo mención a la restricción entre las 20 y las 6.

En el ministerio de Seguridad están convencidos que deben hacerse controles en la circulación. Por eso, planeaban repetir la metodología con puestos “aleatorios y sorpresivos” en los principales puntos de acceso a la provincia de Buenos Aires. Desde la cartera que conduce Sergio Berni saben que los embotellamientos fueron ciertos, pero destacan que eso se produjo justamente “porque cientos de miles de autos salieron como si no pasara nada”. 

Las intenciones de las autoridades era repetir el operativo para detectar a las personas que estén circulando con síntomas compatibles con el coronavirus, tomando la temperatura a quienes estaban dentro de los vehículos y también solicitando autorización para circular de la aplicación Cuidar.

El cambio a último momento expuso una diferencia interna en el gobierno provincial. Luego del enojo de los transeúntes y de las críticas en los medios y redes sociales, el mandatario eligió dar marcha atrás con los controles a pesar de que internamente algunos sectores querían repetirlos.