Luego de una extensa reunión de Labor Parlamentaria que demandó más de ocho horas y de la que no surgió acuerdo pleno entre los bloques, el oficialismo realizó la sesión convocada con un quórum formado por diputados presentes en el sistema de sesiones remotas. 

La oposición impugnó este accionar con el radical Gustavo Mena (Chubut) que pidió "que no se avance en un acto irregular" y advirtió que no era cierto que "al comienzo de la sesión estaba verificado el quórum con 131 diputados presentes". El bloque mayoritario de la oposición impugnó la cuenta que hizo el Frente de Todos con diputados conectados a distancia.

Su compañero de bancada, Alejandro Cacace (San Luis) fue el último orador de Juntos por el Cambio, el puntano advirtió que consideraba a la "sesión nula" y después de más de seis horas de debate sobre el reglamento, el bloque se retiró del recinto. Antes, el diputado Jorge Enriquez (CABA) anticipó que irían a la justicia para impugnar la convocatoria del oficialismo.

En respuesta a esto, la oficialista Cecilia Moreau (Buenos Aires) estimó que las sesiones virtuales deben seguir "para no restringir la tarea de aquellos diputados que no puedan participar porque están en edad de riesgo o tiene enfermedades preexistentes"

Ya sin Juntos por el Cambio en el recinto, el Frente de Todos comenzó el debate de los proyectos de las sesión solo con diputados propios y de los bloques que estuvieron de acuerdo con la modalidad de sesiones a distancia. Allí, se pudo alzar con la ley de reactivación del Turismo.

Desde el interbloque Córdoba Federal, Carlos Gutierrez, apoyó al oficialismo y remarcó que "el sistema telemático ha acreditado suficiente capacidad" y pidió agotar el debate reglamentario que "no se sostiene".

Los diputados del bloque Consenso Federal de Graciela Camaño se diferenciaron de ambos bloques negándose a conectarse al sistema virtual y a estar presentes en el recinto. En este mismo sentido se expresaron los diputados del socialismo de Santa Fe, siendo los únicos bloques ausentes en las dos modalidades.  
 

La intensa reunión de jefes de bloque

Antes de la concreción de la sesión, los lideres de los bloques postergaron tres veces la sesión que terminó comenzando más de seis horas después del horario original. El oficialismo concretó el acuerdo con los bloques federales para convalidar la renovación del protocolo de sesiones remotas imponiendo el número sobre Juntos por el Cambio que se mantiene firme en la postura de dialogar los temas sesión por sesión.

El presidente de la bancada de Juntos por el Cambio, Mario Negri (Córdoba), confirmó a la salida de la reunión de Labor Parlamentaria que no iban a participar de la sesión a la que calificó como inválida.  "No hubo posibilidades, el oficialismo no quiso aceptar las excepciones", dijo el titular del bloque.

En este sentido, el cordobés agregó que van "a impugnar por el mecanismo que corresponde la sesión, y agotaremos todas las instancias, incluido judiciales, porque creemos que nos asiste la razón"

Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, arremetió contra la oposición por la decisión de impugnar las sesiones virtuales explicando que la "mayoría de la Cámara estaba de acuerdo" con el funcionamiento a distancia. "La imposición de un sector no va a impedir el funcionamiento de uno de los poderes de la República. Si judicializan dejarán sin ley a hoteleros, comerciantes, gastronómicos".

Juntos por el Cambio propuso renovar las sesiones para esta ocasión y que a partir de mañana se discuta una agenda de temas en la cual se diferencie "claramente qué temas pueden tratarse de forma remota". Quieren que queden exceptuados los temas tributarios, previsionales y judiciales, estos sólo deberían tratarse en sesiones presenciales.

El oficialismo interpretó esto como una imposición que limita mucho las chances de tratar proyectos y que la oposición estaría bloqueando la agenda del Gobierno. El resto de la oposición acompañó la posición del Frente de Todos.

La discusión del reglamento de sesiones virtuales tuvo también un capítulo semántico, Cambiemos insistió en que el acuerdo por "consenso" debe incluir a la totalidad de los bloques, mientras que el Frente de Todos entendió que con la mayoría alcanzada entre todo el resto de los espacios alcanzaba para seguir con las sesiones mixtas. 

Crónica de un preacuerdo

El acuerdo ya estaba quebrado, la sesión ya había iniciado y Eduardo "Bali" Bucca, jefe del interbloque Consenso Federal, narró: "En esas ocho horas que estuvimos dialogando, se terminó proponiendo de dar las garantías pertinentes para que todos los diputados y diputadas que quisieran pudieran sesionar de manera presencial en las próximas sesiones y puntualmente cuando existieran temas que merecen un debate profundo".

Lo descripto por Bucca es el famoso "pre acuerdo" que se había alcazando entre el oficialismo y la oposición. Es decir, en los debates denominados conflictivos, como pueden ser la reforma judicial o la movilidad jubilatoria, los diputados que quieran estar presentes podrán hacerlo, y los que no, podrán debatir virtualmente.

No obstante, "algo se rompió", en palabras de Bucca. Alcanzado el pre acuerdo, los jefes de bloque de Juntos por el Cambio salieron a reunirse con sus compañeros de banca a contar lo acordado. Al regresar a la labor parlamentaria, donde esperaba Massa y el resto de los jefes de bloque, Negri, Ritondo y Ferraro rechazaron la propuesta que se había negociado durante casi ocho horas. 

"Algo pasó, algo pasó que se rompió la reunión. Hoy, los que no han querido sesionar es el frente de Cambiemos y esa es la realidad", agregó Bucca, jefe de Consenso Federal.