En una sesión histórica, con casi 20 horas de debate, la Cámara de Diputados aprobó y dio media sanción al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo con 131 votos positivos, 117 negativos y 6 abstenciones. Sin sorpresas, la votación salió según lo esperado por las autoridades de las comisiones que llevaron adelante el debate. De esta manera, el proyecto deberá ser revisado en el Senado para convertirse en ley.

La intención del Frente de Todos es realizar un tramite parecido en el Senado, con una semana de debate en comisión y un tratamiento en el recinto antes de fin de año. La fecha disponible para la sanción definitiva podría ser en la semana posterio a navidad, con el 29 de diciembre como posibilidad más firme para sesionar.

Se aguardó durante toda la jornada la confirmación si para el final de las sesión, en la votación del proyecto de 1000 días, para que pueda estar presente el presidente Alberto Fernández. Diputados del oficialismo tenían confirmada la presencia del mandatario pero los cambios en el tiempo de la sesión pusieron en duda su presencia.

En el Frente de Todos no querían que este presente para la votación del proyecto de Aborto para no tentar a diputados opositores que estan a favor con un cambio de último momento. La idea desde el inicio es que estuviera al final de la sesión cuando se vote el proyecto de 1000 días que proyectaba un amplio apoyo de todos los bloques, algo que finalmente no sucedió. Finalmente, el proyecto de apoyo a la mujer gestante cosechó un apoyo contundente con 196 votos positivos y solo 5 abstenciones.

Sin embargo, durante toda la sesión hubo ministros de alto rango en los palcos del recinto. Desde el ministro de Salud, Gines Gonzalez García y la ministra de Genero Elizabeth Gomez Alcorta hasta la secretaria legal y técnica, Vilma Ibarra, redactora del proyecto. También estuvo presente la titular de AySA, Malena Massa, ferviente militante del aborto legal.

Por segunda vez, Diputados aprueba un proyecto de aborto legal. El antecedente del 14 de junio del 2018, marca una votación con 129 votos a favor y 125 en contra para que el Senado le ponga final a la iniciativa con un claro rechazo. Esta vez, al proyecto lo presentó el Ejecutivo y en el tratamiento se le realizaron modificaciones en contacto con senadores para evitar repetir la misma historia.

El debate

En el inicio, la miembro informante del proyecto del Ejecutivo fue Cecilia Moreau (Buenos Aires) consideró que "este proyecto profundiza una política de salud pública que tiene como eje el acompañamiento de las mujeres y de las personas gestantes, sea cual fuere su plan de vida. Se trata de poder garantizar un acceso y un disfrute pleno".

En este sentido, la oficialista Carolina Gaillard (Entre Rios) agregó que "con este proyecto no vamos a promover el aborto. Nadie está a favor del aborto. Ninguna mujer se embaraza para abortar. Es una situación traumática. Lo único que vamos a hacer es que esa mujer esté acompañada por un Estado presente", apuntó.

En contra del proyecto, la diputada del PRO, Carmen Polledo (CABA) afirmó que "estamos discutiendo sobre la eliminación de un ser que se está gestando en el vientre materno. Allí hay vida y no es una distinción meramente semántica, porque implica el reconocimiento de un valor fundamental de la vida humana", criticó.

Por último, la diputada de la Coalición Cívica, Marcela Campagnoli (Buenos Aires) señaló que "el aborto es una herida que no sana con el tiempo. El aborto es un dolor. Y lejos de estar amparándolas en algo, estamos legalizando un dolor", cerró.

La diputada Alejandra Vigo habló en nombre de todo el bloque de Córdoba Federal que tiene 4 integrantes que mantenían un estricto silencio hasta ahora. Los cuatro bancas  a favor de la despenalización pero no de la legalización. "El aborto no es un derecho de las mujeres", dijo la referente del bloque de Córdoba Federal.

La diputada del PRO, Graciela Ocaña, argumentó que "acá no se está discutiendo una cuestión de principios ni de valores. Acá se está discutiendo una cuestión de salud pública. Estamos hablando de que el aborto es una de las primeras cinco causas de mortalidad materna en Argentina", dijo.

Una de las pocas diputadas del oficialismo que se manifestó en contra del aborto fue la massista Vanesa Massetani que aseguró: "nadie en el debate del 2018, ni en este debate que hemos llevado en comisiones en este año, pudo sustentar de manera científica de que no hay vida desde la concepción, y así lo receptó nuestra Constitución Nacional".

En los cierres, Soher El Sukaria del PRO reiteró que la norma es inconstitucional y pidió al Gobierno atender a los pobres. “No nos podemos enamorar del relato, no hay aborto legal porque esta ley nunca será legitima, no es gratuito porque lo pagamos todos”, señaló.

Por su parte, también desde el PRO, Silvia Lospennato reiteró que “se está cruzando la valla del reconocimiento al derecho de la mujer" y agradeció al presidente por "cumplir su promesa y enviar el proyecto". En este sentido, señaló también la actitud “republicana” de Mauricio Macri de permitir el debate en 2018 a pesar de estar en contra. “No hay ninguna razón para decir que el aborto legal es inconstitucional”, concluyó.

En contra, la diputada de Consenso Federal, Graciela Camaño consideró que la aprobación del proyecto convertía al feto en “una cosa”. “La Argentina abandonó este criterio en la asamblea de 1813, estamos retrocediendo más de 200 años”, apuntó.

Para finalizar el debate, la oficialista Gabriela Cerrutti recordó a “Pino” Solanas y le dedicó la sanción de la ley. “Estamos orgullosas que el presidente haya enviado este proyecto, tenemos un problema de salud pública, este es un tema de justicia social, la hipocresia de lo clandestino es parte de lo que atravesamos como sociedad”, sentenció.

(Foto: Prensa Diputados)
(Foto: Prensa Diputados)

Los cambios al proyecto

Uno de los puntos que mayor controversia genera desde hace años tiene que ver con la objeción de conciencia. El ala verde cerró un cambio en la redacción final del proyecto del Ejecutivo que garantice que una institución privada en donde todos los médicos son objetores, tenga que derivar al paciente a otro centro médico.

Una de las soluciones ante esto y que se tiró en la mesa de negociación fue la de incluir una cláusula de objeción de conciencia institucional. Se descartó porque las instituciones no tienen consciencia en el derecho y si los individuos. La redacción que se incorporó al dictamen dice: "Aquellos efectores de salud del Subsector Privado o de la Seguridad Social que no cuenten con profesionales para realizar la interrupción del embarazo a causa del ejercicio del derecho de objeción de conciencia de conformidad con el artículo anterior, deberán prever y disponer la derivación a un efector que realice efectivamente la prestación y que sea de similares características al que la persona solicitante de la prestación consultó".

Será fundamental además la redacción final de la reglamentación sobre el alcance específico de este punto. Es decir, la manera en la que se hará instrumental el proceso para acceder a un aborto legal en estos casos puntuales. Pero el efector deberá garantizar la práctica dentro de los plazos máximos que dispone la ley para el acceso al Aborto, si no es ahí en otro lugar que deben buscar ellos y costearla.

En el texto final también se incluyó una cláusula para que las menores de 16 años deban estar acompañadas por un mayor para poder practicar el aborto. Con estas modificaciones según el último poroteo, se garantiza que la ley se apruebe antes de fin de año. En la bancada que impulsa el proyecto de Interrupción del Embarazo aseguran que estas modificaciones “un poco ayuda a re-confirmar algún voto verde y otro poco a algún indeciso”. Además, evitará que haya vuelta del Senado en caso de buscar los últimos votos cediendo a cambios de último momento.

En Diputados, los “verdes” ya se dan como ganadores de la votación y se entusiasman con tener voluntades de sobra con estas negociaciones. En tanto en el Senado, comenzaron a sonar voces preocupadas del ala celeste que vio acercarse mucho el poroteo en los últimos días.

Por unanimidad, unas horas antes de ese debate, también recibió dictamen de comisión el proyecto de 1000 días de acompañamiento a la mujer gestante. Se debatirá en la misma sesión que el aborto legal.