Un hombre fue víctima de dos secuestros extorsivos, ocurridos en octubre de 2020 y enero de 2021. El extraño caso lo llevó adelante el fiscal Eduardo Taiano y tras una larga investigación y luego de indagarlos, la jueza federal María Eugenia Capuchetti procesó con prisión preventiva a un gendarme y a dos los oficiales de la Unidad Policial de Prevención Local de Berazategui.

Capuchetti también trabó embargo sobre los bienes de los imputados hasta cubrir las sumas de 5.000.000 de pesos cada uno. La investigación no terminó y aún se busca identificar a otras personas que pudieran haber intervenido.

El primer hecho ocurrió el 16 de octubre de 2020, alrededor de las 20 horas, cuando la víctima llegaba a su domicilio en el barrio porteño de Montserrat y fue abordado por dos personas, que le colocaron dos pistolas en la cabeza y lo hicieron ingresar a su vivienda. Una vez dentro, los hombres -que vestían de civil y tenían gorras con la insignia “GNA” y chapas colgantes- se identificaron como personal de la Gendarmería Nacional y dijeron tener una orden de allanamiento y detención, firmada por el juez federal Rodolfo Canicobal Corral.

Luego de revisar la vivienda, los supuestos gendarmes le exigieron dinero y le advirtieron que lo llevarían detenido, tras lo cual lo esposaron, lo retiraron del lugar y lo obligaron a comunicarse con una sobrina, a quien le pidieron una suma de dinero en concepto de rescate. Los secuestradores le indicaron que fuera sola a las inmediaciones del edificio de la Gendarmería Nacional, en el barrio de Retiro, pero la entrega de la plata se realizó finalmente en la zona del Shopping Abasto.

Pero el 15 de enero de 2021, el hombre fue secuestrado nuevamente con una mecánica similar. Esta vez fue abordado por dos personas que se identificaron como policías -vestían chalecos con la inscripción “policía” y credenciales en su pecho- y le exhibieron nuevamente una supuesta orden el juez Canicobal Corral -la cual no le permitieron leer- y lo obligaron a ingresar a su vivienda.

Una vez dentro del departamento, lo esposaron, revisaron el lugar y lo subieron a una camioneta blanca -que era de uso oficial-, que lo trasladó hasta un predio que sería propiedad de la “DD Berazategui” de la Policía Bonaerense.  Estuvo detenido hora y lo golpearon, para luego exigirle dinero.

La víctima pudo comunicarse con una conocida, quien pudo reunir 4.000 dólares, que entregó en las inmediaciones de una iglesia, en el barrio porteño de Pompeya. Finalmente, el hombre indicó que fue liberado, alrededor de las 22.00, cerca de su vivienda y que, cuando pudo ingresar a su casa advirtió que, durante el falso allanamiento le habían sustraído dos relojes, tres remeras, un par de zapatillas y 90.000 pesos.

¿Cómo se llegó a los efectivos de las fuerzas involucrados?

Para identificar al integrante de la Gendarmería Nacional Mario Orlando Andino y a los oficiales de la Unidad Policial de Prevención Local de Berazategui Fabián Darío Rodríguez y Esteban Gastón Solís, la investigación se focalizó en los análisis de las comunicaciones llevadas adelante durante los secuestros y en las imágenes registradas por distintas cámaras de seguridad del Centro de Monitoreo Urbano de la Policía de la Ciudad.

En base a todo eso, se determinó que el teléfono que utilizaba Rodríguez se activó no solo en las cercanías de la iglesia de Pompeya donde se cobró uno de los rescates sino también cerca de la vivienda de la víctima. Rodríguez registraba además comunicaciones con Solís, cuyo celular registró actividad en una antena cercana a la casa del denunciante, en los días previos al secuestro de octubre de 2020. Además, el expediente avanza para esclarecer si hubo más involucrados que pudieran formar parte de una banda delictiva que se dedicaba a realizar ese tipo de falsos procedimientos.

En ese sentido, cabe destacar que el exgendarme Andino estaba detenido en el Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad de Buenos Aires, a disposición del Tribunal Oral Federal N°1, por una causa de narcotráfico. El teléfono que solía usar también estuvo vinculado en la mecánica de los secuestros.

De acuerdo a lo que pudo averiguar DataClave en base a fuentes de la Jefatura y de Auditoría de Asuntos Internos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, ambos efectivos fueron desafectados de su servicio y se les labró un sumario administrativo en el momento en que fueron detenidos por la jueza federal, hace poco menos de dos meses.