El gobierno nacional se encuentra en un proceso de revisión de los protocolos escolares para sumar la presencialidad en las escuelas. El ministro de Educación, Nicolás Trotta, se reunió hace unos días con un grupo de asesores compuesto por epidemiólogos, pediatras y especialistas y comenzó a delinear una propuesta que incluye reducir el distanciamiento de 1,5 metros. Dicho criterio es el que rige ahora en Ciudad de Buenos Aires y Mendoza.

El nuevo protocolo tendrá que ser analizado en los próximos días en una sesión del Consejo Federal de Educación. De aprobarse allí, recién podrá ser instrumentado por cada gobierno provincial. Este jueves será la reunión que tendrá como objetivo avanzar entre otras cosas, en bajar la distancia mínima entre alumnos.

Fuentes del ministerio de Educación confiaron a Data Clave que este punto tiene el “consenso” entre todos los ministros de educación y quedará aprobado. En principio, se habla de un distanciamiento como mínimo de 90 centímetros en las aulas.

Tal como se había anticipado, habrá dos nomenclaturas para establecer la distancia. Condición óptima o admisible. En la primera, estarán las escuelas que puedan asegurar la presencialidad completa manteniendo un distanciamiento físico de 1,5 metros entre estudiantes.

En la segunda, están incluidos los casos en donde no sea posible asegurar la presencialidad plena con 1,5 mts y se tomará una distancia física de 90 centímetros entre estudiantes en las aulas, exigiendo 2 metros en los espacios comunes y con los docentes. 

Por último, habrá una excepción particular cuando el establecimiento no alcance esa reducción de distancia posible y se tendrá en cuenta el bajo riesgo epidemiológico y vacunación avanzada para permitir acortar aún más la distancia entre escolares.

Hasta hoy, todas las provincias del país -a excepción de CABA y Mendoza- siguen con modalidad alternada. Es decir, los cursos se dividen en burbujas: los chicos asisten solo algunos días por semana a la escuela y continúan trabajando desde el hogar.