El ejercicio es simple. Si se habla de barones, los apuntados siempre terminan siendo los jefes comunales del peronismo. Sin embargo, con el correr de los años, la denominación ya no solo aplica para hablar de intendentes justicialistas que se atornillan al poder. Y, en la actualidad, incluso, ya podría caberle a alcaldes de cualquier partido poítico.

Un ejemplo claro es Miguel Ángel Lunghi, el jefe comunal de Tandil que ya lleva 20 años al frente de la ciudad serrana y que en las últimas horas anunció que irá en busca de su sexto mandato consecutivo tras llegar por primera vez al poder en 2003. El intendente radical, quien en los próximos meses cumplirá 80 años, se lanzó bajo el slogan “Tandil está en buenas manos”.

Con la salud, la seguridad, pese a que aclaró que “no nos corresponde a nosotros hacernos cargo”, el turismo como ejes de campaña, Lunghi, quien es hijo de un exjefe comunal que gobernó entre 1963 y 1966, prometió seguir trabajando para que “Tandil sea la ciudad intermedia más importante del país”.

Claro, para lograr el objetivo primero deberá pasar una dura interna. Sucede que los dos precandidatos presidenciales del PRO, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, le plantaron dos aspirantes propios para competir en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO): Juan Manazzoni, por el lado del jefe de Gobierno porteño, y el radical Marcos Nicolini, exjefe de Gabinete y delfín de la exministra de Seguridad de la Nación.

Cabe recordar que Lunghi llegó a la intendencia en 2003 luego de derrotar al candidato peronista de entonces, Mario Bracciale por apenas 280 votos. Desde entonces, el dirigente ha logrado aumentar y mantener el poder tras ganar las elecciones de 2007, 2011, 2015 y 2019 por amplio margen en cada una de ellas.

El barón de la UCR: quién es el intendente que buscará su sexto mandato consecutivo

En lo que refiere a la propia interna radical, el intendente de Tandil es uno de los principales propulsores de Facundo Manes. “Es mi candidato, hace rato que lo vengo diciendo. Va a ganar, va a ser presidente y voy a entrar con él a la Casa Rosada, como amigo”, aseguró.

Pero adviritió: “Los primeros meses serán muy duros, no creo que tenga tiempo de acompañarme a mí a ingresar al municipio con un nuevo mandato en 2023, hay que dar vuelta el país y las medidas que tendrá que tomar van a ser muy importantes, muy fuertes y durante los primeros seis meses probablemente haya malestar de parte de la gente, pero Argentina tiene que ser moderna, competitiva, integrarse al mundo. Quien asume en 2023 tendrá una labor que no va a ser fácil, recibirá un país con un 50% de pobreza”.