Tres de las cuatro entidades que conforman la Mesa de Enlace Agropecuaria impulsarán un paro de actividades con cese de comercialización de productos desde el lunes al miércoles de la semana próxima, en protesta por el cierre de las exportaciones de maíz.

A pesar de esta medida de fuerza las tres entidades que impulsan el primer paro en el gobierno Alberto Fernández insistieron “en la necesidad de revisar esta medida (el cierre de las exportaciones) absolutamente negativa para los intereses de todos los argentinos, en un marco del diálogo con las autoridades que puedan resolver los destinos del futuro del campo y del país”.

Lo cierto es que entre ayer y hoy, los representantes de las cuatro entidades trataron de llegar a un acuerdo sobre cuáles eran las medidas de protesta más adecuadas, en medio de la presión de los productores autoconvocados que hablan de marchas y concentraciones a la vera de la ruta en distintos puntos del país. Pero esas negociaciones no lograron el apoyo de Coninagro, la entidad que reúne a las cooperativas agropecuarias y que manifestó una posición del diálogo.

Diferencias en el interior de la Mesa de Enlace
Diferencias en el interior de la Mesa de Enlace


El pasado miércoles, apenas se conoció la decisión del Ministerio de Agricultura y Ganadería de frenar las exportaciones de maíz hasta el 1 de marzo, las entidades, expresaron “su más absoluto disgusto” y señalaron que “se trata de una medida que va a contramano de todo lo esperable, de lo que creemos que debe hacerse y del sentido común”.

Jorge Chemes, presidente de CRA, reconoció la semana pasada hay rurales del interior que plantean un paro.  Para mañana está previsto una asamblea en Bell Ville, Córdoba, el jueves en Pergamino, Buenos Aires, y el viernes otra cerca de Rosario sobre la Ruta 9, organizadas por productores autoconvocados, que presionan a la Mesa de Enlace.

El Ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis fue el encargado de asegurar hoy que “el Gobierno no se va a mover un centímetro de la decisión de impedir que se exporte maíz hasta marzo". Parte de este freno a exportaciones se explica en el insistente pedido de la industria avícola de salir de los precios máximos, dado que el maíz en julio valía $ 9.000 la tonelada, y con el empuje de los precios internacionales saltó a $ 19.000. En ese período la soja pasó de $14.000 a 27.000. Además, ante la perspectiva de mayores precios aún quien tiene maíz no lo vende. 

Sin embargo, fuentes del sector dijeron a Data Clave que esta medida obedece a que “ya no alcanza con retenciones del 20% para descalzar los precios internos de los externos si tenés una brecha cambiar del 100 por ciento. En ese marco, tenés que seguir sumando restricciones”. Según los registros de la cartera que dirige Luis Basterra, hasta ahora, se lleva autorizada la exportación de 34,23 millones de toneladas de maíz de la campaña 2019/20, sobre un total teórico exportable de 38,50 millones de toneladas, es decir que se ha cumplido con el 89% del mismo.

El objetivo de la medida es que las 4,27 millones de toneladas restantes queden disponibles para el consumo interno, con el objeto de asegurar el abastecimiento durante los meses del verano cuando la oferta de cereal tiende a escasear.

 LA INTERNA DEL CAMPO
El comunicado de la Mesa de Enlace dejó en claro que “las cuatro entidades que integran esta Comisión rechazamos el cierre del registro de exportación de maíz por tratarse de una medida absolutamente perjudicial para el campo y para Argentina en su conjunto”, pero también “hemos sido respetuosos de la autonomía que tiene cada una” de ellas entidades.

Horas después, el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, dijo en otro comunicado que “no es momento de parar, pero sí de reclamar. No adherir al cese de comercialización es una medida a favor del país, no a favor del Gobierno". En Coninagro “no creemos que un problema grave se solucione con otro conflicto, por eso Coninagro no adhiere al paro y apela al diálogo”, dijo Iannizzotto, quien pidió audiencia con  Alberto Fernández y su equipo económico.