Como una especie de rockstar moderno, y bajo el grito de "¡Viva la libertad, carajo!", el diputado nacional Javier Milei irrumpió en España el sábado pasado y miles de españoles se congregaron para celebrar el acercamiento entre el economista argentino y Santiago Abascal, el líder derechista que encarna la figura del partido VOX.

"En Argentina, en los últimos 50 años, se triplicó el tamaño del Estado con el verso de la justicia social y el número de pobres se multiplicó ocho veces. Es decir que el socialismo es una máquina de generar pobres", lanzó el libertario.

En paralelo, el líder de Avanza Libertad, José Luis Espert, continúa con su recorrida federal por las provincias y también trata de fortalecer su armado en la provincia de Buenos Aires que hoy lo tiene como tercera fuerza consolidada, apenas por encima del Frente de Izquierda y un tanto lejano al Frente de Todos.

Es en ese marco que en la coalición Juntos por el Cambio empieza a debatirse qué hacer con dos líderes que hoy traccionan votos por derecha y canalizan la bronca de muchos jóvenes que ven en la política solamente desesperanza y falta de un horizonte claro.

Este síntoma ya se vio meses atrás cuando Patricia Bullrich golpeó la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio y acusó a sus socios radicales y de la Coalición Cívica de no haberle consultado sobre si los libertarios pueden o no formar parte del espacio.

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Quizás sea por eso que en los liberales reine la desconfianza y miren de arriba una interna que escala a niveles insospechados. La última fue la toreada de Facundo Manes a Mauricio Macri, acusándolo de haber hecho durante su gestión "populismo institucional", algo que derivó en respuestas de otros integrantes de la coalición.

Si bien parece lejano 2023, muchos dirigentes empiezan a hacer cálculos y ya empiezan a tocar puertas libertarias. Al menos desde el punto de vista mediático. Macri, por ejemplo, mencionó en varias oportunidades que incluiría a Milei en su armado, ya que considera que expresa sus mismas ideas.

Fuentes del entorno del diputado nacional le ratificaron a Data Clave que la postura sigue siendo la de oponerse a cualquier tipo de alianza con Juntos por el Cambio. "Lo que dice es lo que es. La única manera de que haya alianza con Juntos es que se rompan y que los 'halcones' se separen de las 'palomas'. No habrá alianzas con radicales, Larreta o Carrió", le dijeron a este medio.

Uno de los fragmentos de Milei en España confirman este síntoma. "Esto no es para tibios, las soluciones intermedias son funcionales a más socialismo, son funcionales al comunismo", lanzó.

La situación de Espert no dista de la de Milei. Es cierto que en el líder de Avanza Libertad se ve una expresión un poco más institucionalista que en la de quien en algún momento militó para su partido, pero la síntesis en la misma. La única alternativa que hoy ve viable Espert es que, en caso de que no haya PASO, juegue la interna en la provincia de Buenos Aires con Juntos por el Cambio para ganarle al kirchnerismo la madre de todas las batallas en el Conurbano.

Lo que llamó la atención en las redes sociales fue un fragmento que se cortó en el que Espert dijo que Horacio Rodríguez Larreta era un buen alcalde... "¿Y un buen presidente?", se preguntó ante una entrevista en La Nación. Pese a ese comentario, en el entorno de Espert niegan que haya un acercamiento con el jefe de Gobierno porteño y que hoy su única prioridad es fortalecer la campaña de su partido.

En esa relación "institucionalista" que muestra más Espert que Milei también se desprende por ejemplo su trato cordial con el diputado Ricardo López Murphy, con quien se sacó una foto y hasta hicieron campaña conjunta para frenar la iniciativa del Frente de Todos por querer anular las elecciones primarias.

Lo cierto es que en Juntos por el Cambio aparecen varios dirigentes con la intención de ampliar el espectro y tentar a los liberales en una estructura. Pensando en 2023, por ahora, Espert y Milei juegan su propio partido y apuntan a ser los protagonistas de su propia escena.