El presidente Alberto Fernández abrió un nuevo periodo ordinario de sesiones en el Congreso de la Nación y ante la Asamblea Legislativa. Entre los anuncios, los detalles del acuerdo con el Fondo y los dardos a la Justicia, los gestos políticos aportan aún más incertidumbre ante un parlamento paralizado hace meses.

Entre los gestos internos, Máximo Kirchner volvió a faltar, al igual que en 2021 se quedó en Río Gallegos, por entonces era presidente de bancada, ahora solo un diputado. El otro que volvió a elegir ausentarse fue Oscar Parrilli, alfil del cristinismo en la Cámara alta adujo "compromisos familiares". 

En cambio, a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se la vio activa desde el primero momento, acallando a la oposición cuando reclamó un minuto de silencio por Ucrania que el Presidente concedió apenas comenzó el discurso. "Hay que saber esperar", parecía decirles desde el estrado a los legisladores de Juntos por el Cambio.

Por su parte, La Cámpora estuvo presente. La vicepresidenta del bloque del Senado, Anabel Fernández Sagasti estuvo al lado del presidente del bloque de senadores, José Mayans.. También estuvieron diputados como Marcos Cleri, Gabriela Estevez y Paula Penacca, secretaria del Bloque FdT de estrecho vínculo parlamentario con Máximo. Mayans no quiso confirmar ante la prensa si acompañaba el acuerdo y volvió a insistir que en el Senado quieren ver la letra del texto que ingrese al Congreso.

La atención estaba centrada en lo que dijera del Fondo y las reacciones que este pasaje del discurso generará. Cuando el Presidente confirmó que el acuerdo llegaría la semana próxima el silencio dominó por un momento la escena.

Acto seguido, Fernández confirmó que no habría políticas de ajuste ni cambios en el sistema previsional o reforma laboral. El anuncio motivó aplausos en el palco de la CGT, uno de los aplaudidores fue el propio Pablo Moyano, uno de los sindicalistas más críticos del acuerdo con el FMI.

Fue en este pasaje en que el clima escaló en tensión. Los "halcones" del PRO, Fernando Iglesias y Waldo Wolff, asentados en las primeras filas del recinto apuntaron al mandatario y desplegaron su habitual dispositivo de provocación. "De qué acuerdo hablas si no mandaron nada", le dijo Iglesias a Fernández. La senadora Juliana Di Tullio salió al cruce y pidió que lo saquen del recinto. Fue la única vez que el discurso se frenó y el mandatario tuvo que pedir permiso para continuar.

En ese clima de tensión, Alberto dijo que la aprobación del entendimiento con el Fondo no excusaba a la Justicia de persistir en la investigación sobre la toma de deuda por parte de Mauricio Macri. El PRO lo tomó como ofensa y se fue. El Presidente utilizó casi las mismas palabras con las que anunció la querella por la Deuda en 2021 pero el contexto era otro.

El macrismo había advertido que se levantaría si se los mencionaba en alguna crítica. Los duros del macrismo presionan y buscan dónde agarrarse para no votar con el FdT el proyecto que enviara el Ejecutivo. El mendocino Omar De Marchi se acercó a Mario Negri, titular de la bancada radical para sumarlos. No tuvo éxito, en el radicalismo aseguran que ya estaba hablado de ante mano que ellos se iban a quedar todo el discurso en el recinto. "El PRO se sintió agraviado, pero quédense tranquilos, esto no nos va a dividir", admitió el cordobés a la salida.

En el palco de gobernadores, Horacio Rodríguez Larreta siguió los pasos de sus legisladores y también expuso una división al menos simbólica. Gerardo Morales y el resto de los gobernadores opositores que asistieron, siguieron en sus sillas hasta el final. El jujeño tiene la llave del acuerdo junto a Elisa Carrió que cree que un default sería “catastrófico”, según aseguró a Data Clave uno de los legisladores del bloque de la Coalición Cívica más cercanos a la ex diputada.

La grieta interna ya está expuesta en ambos espacios. En el oficialismo con la renuncia de Máximo, ya es una obviedad. En la oposición, la fisura crece cada vez más. El PRO afirmó que Fernández buscó agradar a CFK y por eso atacó a Macri. "El presidente de la Nación nos faltó el respeto", dijeron a la salida los más efusivos. Los halcones arrastraron al PRO pero no a los radicales ni a los lilitos que se quedaron hasta el final en el recinto.

La incertidumbre que cubre a la aprobación del acuerdo suma otra capitulo. Los diputados que se quedaron en el recinto aseguran que nada cambia este discurso, “estamos acostumbrados a estos discursos”, dijo un legislador a Data Clave. Sin embargo, desde su banca, el radical Alfredo Cornejo le lanzó una advertencia al Presidente cuando el PRO se levantaba: “Alberto, junten los votos que no los tienen”.