En algunos países sudamericanos, como Chile y Brasil, bloques parlamentarios de la oposición presentaron proyectos para hacer obligatoria la vacuna contra el Coronavirus. En Brasil incluso, la Corte Suprema de Justicia sacó un fallo en diciembre avalando la obligatoriedad y amparando a los Estados que quieran imponer multas para aquellos que se nieguen a vacunarse.

En nuestro Congreso, el oficialismo desestimó que pueda avanzar una iniciativa parecida y marcó distancia con la propuesta de los países vecinos. Las vacunas son obligatorias cuando forman parte del calendario de vacunación en todo el territorio nacional, la definición de ese calendario es una facultad exclusiva del ministerio de Salud que conduce Gines Gonzalez Garcia. Para que la vacuna contra el Coronavirus sea obligatoria, el funcionario a cargo de la cartera tendría que incluirlas en el calendario.

Hay una razón que impide esta disposición. Para que una vacuna sea incluida en el calendario nacional, además de ser efectiva en la persona que se lo aplica, tiene que estar comprobado que es efectiva para el resto de la comunidad. Es decir, que frena el contagio. El ministro no va a incluir la vacuna en el calendario porque para hacerlo las vacunas tienen que ser eficaces para proteger a los que se las aplican, cosa que lo son, pero también a los que no se las aplican. Los estudios de seguridad y efectividad han comprobado que funcionan y protegen al que se la aplica pero todavía está sujeto al avance de la vacunación la determinación de si también protege a la sociedad.

Ninguna de las vacunas que se están aplicando en el mundo ha demostrado aún ser efectiva para controlar la circulación del virus en la comunidad, sí han demostrado frenar el contagio en quien se la aplica. 

Para que la vacuna Sputnik V, la de Sinopharm o la de Oxford/AstraZeneca sean obligatorias en el país el Congreso tendría que sancionar un proyecto de ley que modifique la normativa actual que fue votada en 2019, antes de la pandemia. O bien, algún diputado podría exigir a través de un proyecto de declaración, votado en el recinto, al ministro de Salud que incluya la vacuna en el calendario.

En el Frente de Todos creen que incluir la vacuna rusa Sputnik V en el calendario para hacerla obligatoria “no sería favorable”. Los referentes de salud del oficialismo apuntan a generar certezas sobre el medicamento. “Lo mejor para hacer que todos se acerquen a la vacuna es generar confianza”, repiten.

La fórmula “obligatoria” en Sudamérica

Como antecedentes regionales, Diputados chilenos han propuesto luego de que comenzará que la vacunación contra el coronavirus sea obligatoria en ese país. Chile empezó a vacunar al mismo tiempo que Argentina pero allí, la vacuna que llegó fue la de Pfizer en un número de dosis pequeño para esta primera tanda pero que podría sumar millones durante enero. 

Según los legisladores del partido opositor Democracia Cristiana, impulsores de la iniciativa, la vacunación "es más necesaria que nunca" dada la pandemia por lo que pretenden sea agregada al calendario obligatorio vigente.

En otro caso cercano, el pleno de la Corte Suprema de Brasil avaló a mediados de diciembre por una amplia mayoría que la vacuna contra la covid-19 sea obligatoria en el país. Lo que decidió el máximo tribunal es permitir que los estados y municipios puedan imponer sanciones para quien no lo haga. El fallo del alto tribunal no significa que la población tenga que ser vacunada a la fuerza, pero abre la puerta a que las autoridades del país adopten "medidas indirectas" para fomentar la inmunización.

Argentina elige un camino distinto, la vacunación por ahora no será obligatoria y los máximos referentes en salud del Frente de Todos siguen firmes en esta postura. El Congreso no encuentra el marco para propuestas del oficialismo en este sentido.