Mientras el Frente de Todos espera por una definición electoral de sus máximos referentes, hoy hay un gran debate puertas adentro que no pasa solo por los nombres. Un sector del peronismo pregona la necesidad de dirimir liderazgos en las PASO del 13 de agosto, mientras que otros se opone a ese pedido. Entre las negativas a la competencia está ni más ni menos que la de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien en reiteradas oportunidades apuntó que no será candidata, pero el grueso del FdT espera que elija al sucesor.

Pero no es la única dirigente de peso que no quiere ir a internas abiertas. Otro de los presidenciables del peronismo es un férreo detractor de exponerse al desgaste de las primarias. Se trata del ministro de Economía, Sergio Massa. El funcionario ha manifestado en más de una oportunidad que “no es momento de discutir vanidades” y es partidario de acordar un candidato de consenso.

Dicha filosofía la adoptó en su conjunto el Frente Renovador, que ya advirtió que de insistir el Frente de Todos en ir a las PASO, habrá una definición muy fuerte en el congreso partidario del 10 de junio. En la previa, se esperaba que fuese un acto formal, pero puede cobrar otro significado si en las próximas semanas no hay acuerdo político. En la intimidad del FR aseguran que si hay PASO, será sin Sergio Massa.

En efecto, la alternativa que barajan es impulsar a un gobernador del norte en su lugar. Se trata del mandatario provincial de Salta, Gustavo Sáenz, quien ya fue candidato a vicepresidente en la aventura de Massa en 2015. El tigrense solo será de la partida si se erige como candidato de consenso entre todas las facciones de peronismo. Un año atrás era el candidato casi natural del FdT, pero la situación económica abrió el juego en el oficialismo.

Cabe recordar que ya hay varios referentes del PJ lanzados. El primero en postularse fue el embajador en Brasil, Daniel Scioli. El exgobernador bonaerense ya fue candidato en 2015 y perdió en ballotage con Mauricio Macri. Es una de las opciones que podría encuadrarse en el albertismo, aunque tiene diálogo con el kirchnerismo. De este lado de la interna también hay que anotar al jefe de Gabinete, Agustín Rossi, quien según dijo, oficializará su candidatura en los próximos días.

Pero hay más: el que más expectativa genera en el kirchnerismo es el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. El funcionario es referente de La Cámpora y cuenta con el aval de un grupo de gobernadores. En los últimos días se movió en modo candidato y se mostró con intendentes del conurbano. Incluso ya hay pintadas con la leyenda “Wado con Cristina 2023”. Más lejos en la consideración aparece Juan Grabois, justamente uno de los más críticos de la política económica del gobierno y de Massa en particular.

Incluso hay un sector que impulsa la candidatura del gobernador bonaerense, Axel Kicillof. El exministro de Economía de CFK ya advirtió en más de una oportunidad que va por la reelección, pero si existe un pedido de la vicepresidenta, todo puede suceder. En este escenario, el Frente Renovador cree que contrario a la hipótesis de un fortalecimiento del espacio a partir de la competencia, el desgaste de las PASO puede ahondar en las diferencias y llegar todavía más partidos a las generales de octubre.