A fines del año pasado, el presidente Javier Milei anticipó “motosierra más profunda” para el 2025, junta a una reforma laboral, privatizaciones y la eliminación del impuestos. Lamentablemente, los efectos de la “motosierra” que promociona junto al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, recae nuevamente sobre los trabajadores. Con el comienzo del año, el apuntado parece que volvió a ser el sector de la salud. 

Tras un 2024 plagados de ajustes y reclamos en el sector, el 2025 comenzó con la noticia del Ministerio de Salud de que no renovarán 1.400 contratos, "en el marco del proceso de reestructuración" del organismo. La medida afecta a trabajadores de los hospitales Posadas, Bonaparte, René Favaloro y Sommer; el PAMI, el Instituto Nacional del Cáncer y la Superintendencia de Servicios de Salud. La novedad fue festejada por el mismo presidente, quién, desde su cuenta de X, expresó: “Afuera. Seguimos con la motosierra”

Sumado a esto, la cartera que conduce Mario Lugones dispuso la disolución de 15 direcciones a través de un DNU publicado el 31 de diciembre, entre ellas, la de Géneros y Diversidad; Investigación en Salud; Integración del Sistema de Salud; Zoonosis; Coordinación De Tuberculosis y Lepra; Coordinación De Hepatitis Virales; e Integración de Información Sanitaria, entre otras. 

X de Javier Milei

No conforme, el Ejecutivo analiza ahora la eliminación de otras dos direcciones: la de VIH y la de Vacunas. A pesar de que fuentes del gobierno afirman que no se cerrarán, pero que sí “no se renovarán contratos”. Desde el Ejecutivo sostienen que estas medidas “no afectan el funcionamiento de las áreas”. 

“El plan motosierra de Milei, Sturzenegger y Lugones no sólo se aplica sobre los trabajadores del área de salud, sino que lo hace sobre áreas sensibles de atención. Estos despidos completan una política de destrucción de la salud pública que incluye la última resolución 1138/24 anunció hace pocos días el cierre del DADSE (dirección encargada de la entrega de medicación oncológica y de enfermedades poco frecuentes), junto con las direcciones de HIV, TBC, lepra, hepatitis, entre otras”, explican desde la Junta Interna de ATE del Hospital Garrahan. 

La Dirección de Prevención de VIH, ITS, Hepatitis virales y Tuberculosis tiene como objetivo principal formular y promover políticas públicas que tiendan a fortalecer las estrategias de prevención, garanticen el acceso a la atención integral y mejoren la calidad de vida de las personas que transitan infecciones de transmisión sexual, VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana), hepatitis virales y tuberculosis. 

Por su parte, la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DiCEI) es un órgano clave para prevenir posibles enfermedades epidemiológicas y confeccionar los boletines informativos sobre las enfermedades que circulan en el país. Esta depedencia tiene a su cargo el Calendario Nacional de Vacunación, Vigilancia de Enfermedades Inmunoprevenibles, Seguridad en Vacunas y Coberturas nacionales de vacunación. 

Mientras tanto, los trabajadores analizan como siguen las medidas de fuerza. Esta semana se hizo un “abrazo a la salud pública” en la sede del Ministerio de Salud y se pidió un audiencia urgente con el ministro Lugones. “Los datos epidemiológicos son contundentes: los casos de tuberculosis aumentaron un 11,94 % entre 2023 y 2024, con un alarmante crecimiento de la tuberculosis multirresistente. Por su parte, más de 470.000 argentinos padecen hepatitis B o C, de los cuales solo el 30 % conoce su diagnóstico. Estas cifras reflejan una crisis de salud pública que requiere una respuesta estatal robusta, no el desmantelamiento de estructuras críticas”, señalron en la convocatoria. Según el Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH, la gestión de Javier Milei desfinanció un 76% al sector.

El próximo lunes, las autoridades del Ministerio recibirán a los sindicatos en una mesa de diálogo, en donde se abordará en primera instancia el organigrama de la cartera en geenral y luego el funcionamiento y el plantel del Hospital Bonaparte. En lo que dure ese proceso, no habrá medidas de fuerza ni se enviarán telegramas al personal al que no se le renovaría la contratación.