El domingo hubo elecciones en Nicaragua y no hubo sorpresas: Daniel Ortega obtuvo un nuevo triunfo electoral, por más del 75% de los sufragios. El resultado parece una anécdota en medio de un contexto de de denuncias sobre allanamientos, detenciones arbitrarias, hostigamiento y restricciones a la prensa.

En este sentido, el proceso electoral se realizó en medio de cuestionamientos tras la detención de una treintena de dirigentes opositores, entre ellos ocho precandidatos presidenciales, la prohibición de participar a tres partidos y la cancelación a una veintena de ONG.

Los comicios fueron cuestionados por el Consejo de Seguridad de la OEA, la Unión Europea, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y, en el pronunciamiento seguramente más duro, por la Comisión Interamericana por los Derechos Humanos (CIDH). En paralelo, México y Argentina expresaron su preocupación por la detención de decenas de opositores.

Respecto de esta situación, el gobierno argentino envió un comunicado en el que señala que la República Argentina ratifica su histórico compromiso con la defensa de los Derechos Humanos y apoya con firmeza el trabajo de la Alta Comisionada de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, respecto de la situación en Nicaragua”.

Asimismo, desde Cancillería agregaron que “reiteramos nuestra preocupación ante la detención de dirigentes opositores, así como la necesidad de que el gobierno nicaragüense vele por el respeto de los derechos humanos de toda la población”. Y aclararon: “A horas de haber finalizado el acto eleccionario, mantenemos nuestra tradición diplomática de no injerencia en cuestiones internas en otras naciones”.

Por último, desde la cartera de relaciones exteriores sentenciaron: “En Argentina entendemos que la democracia supone respetar la diversidad ideológica y la participación cívica sin proscripciones. Debemos acompañar al pueblo de Nicaragua para que cuanto antes recupere el diálogo y la convivencia democrática”.

Luego de conocerse este descargo, fuentes del ministerio que conduce Santiago Cafiero apuntaron a Data Clave que “Argentina cuestiona el desenlace del proceso electoral en Nicaragua”, aunque remarcaron que “nuestro país no rompe relaciones con Nicaragua y mantiene su postura de condena a los bloqueos físicos y financieros que sólo llevan a agravar el sufrimiento de su pueblo”.