El Gobierno de Javier Milei volvió a avanzar con la tijera. Esta vez le tocó a Cultura y Derechos Humanos, donde se anunciaron nuevos recortes, transformaciones institucionales y centralizaciones que impactan directamente sobre áreas sensibles del Estado. Según explicó este martes el vocero presidencial, Manuel Adorni, hasta el momento la gestión libertaria eliminó “200 áreas, 10 ministerios y dio de baja 45.000 contratos”.

En su cada vez menos habitual conferencia de prensa, Adorni informó que la Secretaría de Derechos Humanos será degradada a una subsecretaría. “De esta manera se recorta un 40% de la estructura y un 30% del personal; eso implica un ahorro de nueve mil millones de pesos anuales”, detalló. También aclaró que esta nueva oficina se limitará a “garantizar todos los derechos humanos y no a defender un sector ideológico partidario”.

El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, respaldó los cambios con un tono más duro. “El contexto actual exige el análisis y adopción de medidas urgentes para mejorar la estructura, funcionamiento y sustentabilidad del Estado”, sostuvo. Además, destacó que desde que asumieron “ya fueron despedidos 405 empleados militantes, lo que representa el 44% del personal recibido”.

En paralelo, la Casa Rosada anunció una serie de reestructuraciones en el área de Cultura, con el foco puesto en “hacer más eficiente la gestión pública y reducir los gastos administrativos”. En este sentido, se informó que el Instituto Nacional del Teatro (INT) dejará de ser un organismo descentralizado para pasar a estar bajo control directo. Pese a ese cambio, se mantendrá el sistema de financiación, aunque se eliminarán el Consejo Directivo y los Representantes Provinciales. Todo esto, dicen, generará “un ahorro significativo que se destinará al teatro”. Además, se confirmó la designación de Federico Brunetti como nuevo director nacional.

El plan también incluye la centralización de estructuras clave como el Museo Nacional de Bellas Artes, Palacio Libertad, Tecnópolis y la CONABIP. En paralelo, se anunció la creación del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas, que concentrará el estudio y difusión de figuras patrias. A su sombra, organismos como el Instituto Sanmartiniano y el Instituto Evita serán transformados en museos nacionales.

La poda sigue: los institutos Yrigoyeneano y Rosas se fusionarán dentro de esta nueva institución, mientras que el Browneano, Newberiano y Belgraniano serán directamente disueltos, y sus funciones absorbidas. “El objetivo declarado de estas medidas es maximizar la eficacia de la gestión pública y reducir los costos administrativos, promoviendo la inversión directa en líneas de gestión cultural”, afirmaron desde el Ejecutivo. También insistieron en que buscan “evitar la dispersión de decisiones políticas y garantizar una asignación más eficiente de los recursos”.

Pero eso no fue todo. En un pasaje de su intervención, Adorni también adelantó que el Gobierno vetará la moratoria previsional y el bono a jubilados en caso de que la oposición logre su aprobación en el Congreso. “Cualquier ley que atente contra el equilibrio fiscal será vetada”, remarcó. Y justificó: “Las jubilaciones se actualizan por inflación. El sistema está quebrado, los trabajadores activos sostienen a los pasivos. Para mejorar las jubilaciones deben mejorar los salarios”.

Por último, el vocero reveló que 15.500 usuarios de Puerto Madero, countries y barrios cerrados fueron excluidos del régimen de subsidios energéticos. Del total, el 44% estaba registrado como de ingresos bajos y el 56% como de clase media. “Es un paso importante para dejar atrás un esquema de despilfarro que costó 150.000 millones de dólares en los últimos 20 años”, sostuvo.