El Ejecutivo tomó la decisión de desplazar al embajador argentino en China, Luis María Kreckler. Así lo confirmaron fuentes oficiales a Data Clave. Si bien existían roces previos con el Canciller Felipe Solá, la gota que rebasó el vaso fueron sus vacaciones en la isla de Hainan, más conocida como “la isla de los millonarios”, en plena negociación por las vacunas de Sinopharm y Sinovac.  

El Gobierno buscaba cerrar acuerdos con el país asiático antes de fin de año, pero eso no ocurrió y el embajador se tomó descanso. Eso acrecentó su salida, que se haría oficial en las próximas horas. “Es un hecho que se vuelve”, comentaron a este medio. Además, había tensiones por “operaciones en los medios” contra el propio Canciller, según confirmaron en Relaciones Exteriores.

Como adelantó hace poco más de un mes Data Clave, había en el Gobierno cierto “malestar” por las excentricidades del diplomático: propiedades de lujo, vehículos de alta gama y hasta canjes que exhibían una imagen poco austera en momentos de fuerte crisis socioeconómica. Además, tampoco tenía el visto bueno de la cámara argentino-china.

A fines de febrero Kreckler preparó sus valijas para viajar a Beijing y en abril fue oficializado como embajador, a través del Decreto 386/2020 firmado por el presidente Alberto Fernández y publicado en el Boletín Oficial. Sin demasiada demora y aunque aún hoy no cuenta con las cartas credenciales correspondientes para ejercer el cargo, Luis María le dio absoluta prioridad a su comodidad personal lejos del ejercicio diplomático.

Una vez instalado en el país donde se originó el coronavirus, Kreckler reservó un pent house en una lujosa torre de la capital china, a pesar de disponer de una residencia exclusiva. El ostentoso alquiler que solicitó está valuado en 15 mil dólares mensuales pero Cancillería no autorizó ese gasto excepcional y la mudanza quedó en espera. 

Además, el embajador en China se hizo trasladar su moto de alta gama de la reconocida marca Harley Davidson desde Suiza, su destino anterior. El trámite para la llegada de la motocicleta fue una de sus primeras acciones que inició cuando llegó al continente asiático y generó incluso un cruce bilateral ya que la importación de esos vehículos se encuentra limitada en ese país. 

En Beijing también obligó al personal de la embajada a hospedarse de manera temporal en un hotel puntual de la prestigiosa cadena Marriot para conseguir puntos como usuario frecuente y hasta se prestó a "canjes" con marcas de motos eléctricas y parrillas, intercambiando los productos por su imagen con ellos. 

El diplomático fue subsecretario de Comercio Internacional de la Cancillería entre 2005 y 2010, y, luego, secretario de esa cartera entre 2010 y 2011. Luego de su paso por Brasil, Kreckler hizo lo propio en Alemania en 2016 y más tarde ante Suiza desde 2017.