“Se acabó la ridiculez de que paguen justos por pecadores”, soltó Manuel Adorni con tono desafiante en Casa Rosada. La frase sintetizó el espíritu del anuncio que encabezó junto al ministro de Economía, Luis Caputo, para presentar el Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos, una iniciativa del gobierno de Javier Milei que busca flexibilizar el uso del dinero en efectivo no declarado, en especial los dólares que los argentinos guardan por fuera del sistema bancario.

“Argentina es uno de los países donde más criminalizado está el ahorro. Convirtieron a la Argentina en un país donde ganar plata estaba mal visto y hasta era peligroso”, disparó Adorni durante la conferencia de prensa que comenzó con 35 minutos de demora. Y agregó con énfasis: “La política trató a los argentinos de bien como criminales y, como resultado de esta pésima estrategia, los delincuentes de verdad quedan impunes”.

El plan tendrá dos etapas. En la primera, el Ejecutivo aplicará los cambios vía decreto. En la segunda, se enviará un proyecto de ley al Congreso para “blindar” a los ahorristas argentinos frente a futuras regulaciones. Según explicó Adorni, el objetivo es que los ciudadanos recuperen la presunción de inocencia: “Los argentinos vuelven a ser inocentes hasta que ARCA demuestre lo contrario”, enfatizó.

Luis Caputo, ministro de Economía, sumó una explicación técnica al anuncio. “Hoy faltan pesos”, dijo. Según su visión, como la macroeconomía está más ordenada y la demanda de dinero crece, es necesario remonetizar la economía. “Y no nos importa si es en pesos o dólares”, remarcó. Para Caputo, liberar el uso de divisas sin declarar facilitará el crecimiento, la formalidad y una baja de impuestos.

El Gobierno lanza su cruzada contra el control estatal, con un guiño al dólar informal y a la economía en negro

La batería de medidas más detallada vino de la mano de Juan Alberto Pazo, titular de ARCA. El funcionario confirmó que se derogarán varios regímenes informativos que hasta ahora obligaban a reportar consumos con tarjeta de débito, operaciones notariales, compraventa de autos usados, pagos de expensas desde $32.000, y hasta servicios públicos como luz, agua y telefonía. “Nombraron más de 6.000 agentes, duplicaron regulaciones y sólo lograron que haya más informalidad”, cuestionó.

Además, se prohibió a los bancos exigir declaraciones juradas de impuestos nacionales como condición para operar. Si alguna entidad insiste, el usuario podrá negarse y denunciar el caso ante Defensa del Consumidor. También se modificaron los umbrales que determinan cuándo hay que informar una operación: por ejemplo, los saldos bancarios solo deberán reportarse si superan los $50 millones en personas físicas, y los plazos fijos recién desde los $100 millones.

El plan también busca modificar el “chip cultural” de control y castigo que, según el oficialismo, afectó durante años al sistema financiero. “La política trató a los argentinos de bien como criminales y, como resultado de esa pésima estrategia, los delincuentes de verdad quedaron afuera del radar”, insistió Adorni.

La medida aún debe atravesar el debate parlamentario en su segunda fase, pero el decreto ya empezará a regir una parte del nuevo régimen. Mientras tanto, la Unidad de Información Financiera (UIF) deberá adaptar su normativa a este nuevo marco legal. El Gobierno confía en que este giro incentive el uso de dólares en circulación sin necesidad de emitir ni aumentar impuestos.