El Gobierno alcanzó un acuerdo con un sector de la dirigencia rural por el cual elimina las restricciones a la exportación de maíz, a cambio de un monitoreo en el cual se contabilice que existe el suficiente tonelaje para el mercado interno, y llegar al empalme de la nueva cosecha sin tensiones. El acuerdo fue alcanzado por el Ministro de Agricultura y ganadería Luis Basterra, con representantes de la cadena del maíz, y bolsas de cereales de todo el país.

El presidente de la bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins explicó a Data Clave que “hemos recibido el compromiso del Ministro (Basterra) de que se levantan las restricciones”. A cambio de esto, se hará un monitoreo permanente de las existencias para garantizar el consumo interno de maíz.

Por su parte Basterra dijo a través de un comunicado que “tal como nos comprometimos estos encuentros nos permiten continuar avanzando en compatibilizar los intereses privados con la necesidad del estado de garantizar los bienes esenciales en todo el territorio nacional”. Lo cierto es que esta decisión se tomó en momento en que se transitaba el segundo de los tres días de paro agropecuario lanzado por la Comisión de Enlace, mientras arreciaban los pedidos de los ruralistas autoconvocados de extender la medida de fuerza.

En tanto, voceros de la Comisión de enlace dijeron a Data Clave que “no vamos a expresarnos hasta que esto esté por escrito”. Martins explicó que durante la reunión ”los funcionarios mostraron su preocupación para desacoplar los precios internos de los internacionales”. Ante esto hablaron la posibilidad de líneas de créditos especiales “para el almacenaje y procesamiento de los granos, como así también la creación de un fideicomiso para evitar desfasaje en los precios”. “Son todas opciones que se tienen que ir analizando, pero lo importante es garantizar el consumo interno sin intervenir en los mercados”, dijo Martins.

El Gobierno había cerrado a comienzos de año la exportación de maíz  hasta marzo, cuando se levanta la nueva cosecha, aduciendo que la exportación de granos, y el aumento de precios, conspiraba contra el abastecimiento interno para las granjas donde se crían cerdos, pollos, o como alimento para vacunos. Lo cierto es que en una primera reunión la semana pasada, los representantes de la mesa del maíz le hicieron saber que no había solo cuatro millones de toneladas, como tenían los registros oficiales, sino el doble, por lo cual el mercado interno estaba más que abastecido.

En el medio, la Comisión de Enlace Agropecuaria lanzó un paro de comercialización que comenzó ayer y terminará mañana. Ante la medida de fuerza el gobierno flexibilizó su posición y permitió la venta de solo 30.000 toneladas diarias, lo cual fue rechazado por las entidades.