El Ministerio de Capital Humano activó la conciliación obligatoria y obligó a levantar el paro previsto para este jueves 29 de mayo en el Hospital Garrahan, luego de una semana marcada por asambleas, abrazos simbólicos y una fuerte campaña por mejoras salariales y condiciones laborales. La medida establece un período de 15 días de tregua, durante los cuales las partes deberán negociar y retrotraer la situación a la previa del conflicto.

Pero lejos de calmar las aguas, el gobierno nacional endureció su postura. A través del vocero presidencial Manuel Adorni, la gestión de Javier Milei negó que el hospital est�� desfinanciado, puso el foco en lo que consideró una sobredimensión de personal administrativo y deslizó que la protesta de los médicos responde más a la implementación del nuevo sistema biométrico de control de horarios que a una cuestión salarial.

"No se desfinanció el Garrahan, es una mentira. El dinero no está llegando donde tiene que llegar", sostuvo Adorni, quien se encargó de recalcar que “los recursos están, pero mal utilizados”. Según detalló, el hospital cuenta este año con un presupuesto de 228 millones de dólares, un 10% más en términos reales que en 2024, y advirtió que “hoy hay 953 administrativos y 478 médicos de planta”, lo que refleja “una desproporción absoluta”.

La respuesta oficial no hizo más que tensionar aún más el conflicto. Desde ATE Garrahan repudiaron la conciliación obligatoria, a la que calificaron de “arbitraria”, y advirtieron que se trata de un intento por desconocer el derecho a huelga. En una asamblea masiva realizada en el Aula Magna del hospital, los trabajadores votaron en rechazo a la intervención oficial. “Esta imposición del gobierno no representa ninguna solución a nuestro conflicto”, indicaron en un comunicado.

Desde fines del año pasado, los profesionales y concurrentes comenzaron a advertir sobre la falta de presupuesto, la pérdida del poder adquisitivo y, sobre todo, el éxodo de médicos que no son reemplazados.

El Gobierno niega el ajuste en el Garrahan y acusa a los médicos de defender “privilegios administrativos”

“La situación llegó a un límite dramático, porque los salarios de hambre y las malas condiciones laborales no solo nos afectan a los trabajadores y trabajadoras del Garrahan. Sufrimos un éxodo de personal, incluídos profesionales de altísima calificación, lo cual vacía las capacidades de atención de este hospital modelo. Las víctimas son cientos de miles de niños y niñas, que junto a sus familias acuden a lo largo del año al Garrahan", expresó Alejandro Lipcovich, trabajador y secretario general de la Junta Interna de ATE, luego de la asamblea.

“Un residente de primer año no llega al millón de pesos en mano. Su sueldo ‘en blanco’ no llega a los $800.000, cumplen semanas laborales de hasta 60 horas semanales y tienen una responsabilidad crucial en el sostenimiento de la actividad asistencial”, expresó Lipcovich y agregó: "Si persiste esta política, se va a destruir literalmente la formación pública y de excelencia de pediatras, entre otras disciplinas. En la planta, ya tuvimos 79 renuncias en menos de un año, sin que ingrese una sola persona, expuso Lipcovich la semana pasada, en el marco del paro y movilización que encabezaron.

Desde la Casa Rosada, sin embargo, aseguran que el reclamo tiene un trasfondo político. Según Adorni, “no es casual que este conflicto estalle justo cuando se implementa el sistema de datos biométricos para controlar el presentismo”. En esa línea, agregó que “si el Garrahan tuviese la proporción de médicos y administrativos que tiene el resto del sistema, se podrían duplicar los sueldos médicos sin problema”.

Pese a que la protesta fue suspendida por la disposición 1235 de Capital Humano, de momento no hubo ninguna propuesta económica concreta para los trabajadores. La conciliación obligatoria frenó una medida que iba ganando visibilidad pública, especialmente con el lema “S.O.S. Garrahan: salvemos el hospital”, que resonó con fuerza tanto entre los profesionales como entre pacientes y familiares. Por el Garrahan, cabe recordar, pasan el 40% de los niños con enfermedades oncológicas del país, lo que dimensiona el impacto potencial de la crisis.

Actualmente, la conciliación rige por 15 días hábiles, durante los cuales tanto ATE como la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan deben abstenerse de realizar nuevas medidas de fuerza. Mientras tanto, las negociaciones continúan bajo la lupa, con el hospital funcionando a pleno y el malestar entre los trabajadores sin resolverse.