La compleja situación en la toma de Villa Mascardi -al igual que las otras que existen en el país- llegó a un pico máximo de tensión este martes con el fuerte operativo de desalojo que llevaron adelante las fuerzas federales de Seguridad. Con más de 250 agentes y un fuerte despliegue en la zona, desde antes de las 8 de la mañana se montó la operación para intentar “despejar el terreno”. Alentada por buena parte de la dirigencia política de la provincia, la medida generó un fuerte rechazo de las comunidades mapuches, que denuncian persecución estatal.

Vemos con mucha preocupación por todo el aparato represivo que lideran Patricia Bullrich y otros sectores de la derecha más recalcitrante de la Argentina en cuanto a avanzar sobre los derechos que se vienen reclamando desde los pueblos originarios. Es parte de una lucha que no termina con estas acciones, que no sé hasta dónde llegarán”, apuntó a Data Clave el referente mapuche e integrante del Consejo Asesor Indígena, Hugo Aranea. 

Y subrayó: “Más allá de lo que suceda hoy, nosotros somos parte de una lucha histórica que tiene más de 200 años en la Argentina y 140 en la Patagonia. Que tiene que ver con el avance del estado argentino para apropiarse de las tierras y territorios, a sangre y fuego. Y los herederos de ese genocidio y saqueo son precisamente los que hoy se erigen como dueños y ponen en marcha toda la parafernalia militar y política para conservar sus privilegios, frente al reclamo de los pueblos originarios”.

En la misma sintonía Aranea apuntó: “hubo momentos claves, como fue el gobierno del neoliberalismo y la derecha más fascista, en la época de Mauricio Macri, que desató una fuerte ofensiva basada en viejas estrategias. como la creación del enemigo interno. La creación de un enemigo terrorista como el pueblo mapuche tehuelche y le fue agregando elementos como racismo y odio. Un ser terrorista al que hay que odiar y borrarlo de la faz de la tierra”. Y aclaró: “Lo denunciamos en su momento y ya no es patrimonio de los sectores oligárquicos de la capital federal o la pampa húmeda, si no que se van replicando en nuestras provincias”.

El lado B del desalojo en Villa Mascardi: “Son acciones terroristas por parte del Estado”

Asimismo, el referente de pueblos originarios cargó las tintas contra las autoridades rionegrinas. “El exgobernador Weeretilneck hizo su campaña anti mapuche y lo profundiza y lo transmite con más furia y odio la gobernadora Arabela Carreras. Hace poco estuvo en Viedma Miguel Pichetto planteando la instalación de la marina el ejército y que tenían que avanzar contra los pueblos mapuches. El discurso es el mismo que el de Roca”, arremetió.

Y advirtió: “La última acción que hicieron con quien es el brazo que utilizan en Mascardi, este personaje Diego Frutos, permitió llevar adelante este desalojo. Crear en la sociedad un clima que permita llevar adelante estas acciones que son terroristas por parte del Estado. Este mismo despliegue es el que no se lleva a cabo con los verdaderos usurpadores territoriales como Joe Lewis, Benetton. Ellos sí lesionan gravemente la soberanía argentina. No solo no reaccionan sino que los protegen. Ellos son el poder real, los patrones de los sectores políticos que hoy salen a vociferar contra los pueblos originarios”.

"Estamos muy preocupados y vamos a seguir con nuestro reclamo histórico, profundizando la unidad y la organización, no solo con las comunidades mapuches sino con el resto de la sociedad, que está afectada por esta política de concentración de la riqueza", aseguró Aranea.

Data Clave: Se habla mucho de la RAM…¿las personas que están en Villa Mascardi tienen que ver con ellos o son mapuches genuinos?

Hugo Aranea: A quien he escuchado con más fuerza insistir con este tema de la RAM es a Patricia Bullrich. No así a ningún integrante que está en el territorio. Todos se identifican con comunidades que reivindican territorio. No conozco a ningún integrante de la Resistencia Ancestral Mapuche, solo a través de estos sectores fascistas que los utilizan para justificar esta desmedida represión. Parece que estuviésemos en una guerra contra un poderoso ejército y en realidad vinieron a desalojar a mujeres y niños, que solo intentan volver al territorio, como un legado ancestral. Lo vamos a seguir reivindicando.

Es una promesa más incumplida de este Presidente. Estuvo hace muy poquito en Bariloche reunido con las comunidades mapuches, que vienen participando y pidiendo por una mesa para la resolución de conflictos. Él dijo que la iba a garantizar, pero parece que la mesa que propone es con tanquetas y fusiles. 

Este accionar conjunto que se estableció ahora entre las fuerzas federales y provinciales ya habían funcionado cuando fue la desaparición de Santiago Maldonado. Es una estrategia que la dejan asentada en un papel ahora pero lo vienen haciendo desde hace rato. Hay inteligencia y persecución a dirigentes y referentes sociales. Es un aparato que está para defender los intereses de los sectores privilegiados.

El lado B del desalojo en Villa Mascardi: “Son acciones terroristas por parte del Estado”


DC: Y los atentados con la firma de la RAM…¿tiene que ver con Villa Mascardi?

HA: Todas las comunidades que reivindican territorios son genuinas. Lo otro es un montaje que venimos denunciando. Lo notamos muy rápido por el lenguaje que utilizan, que hablan de un militarismo. Ellos necesitan justificar la represión con un enemigo interno. No es nada nuevo. El aparato represivo nunca fue desarmado y sigue haciendo su trabajo donde se lo necesite. No solo pasa en la Patagonia, hace muy poco en el Norte hubo comunidades desalojadas, con muertos y presos.

DC: ¿El desalojo de Villa Mascardi puede ser un antecedente para replicarlo en otras tomas?

HA: El peligro es ese. Estos son ensayos, cuando le sale bien una cosa la repiten en cada uno de los lugares. Por eso la fuerte avanzada para generar un clima de odio y miedo, como lo vienen haciendo. Es volver al 1800, autonegación y castigo de los pueblos. Que los integrantes de la comunidad tengan miedo de asumirse como parte de los pueblos originarios por temor a ser perseguidos. Lo han hecho con todas las matanzas en estos 200 años de historia del estado argentino. 

Estamos ante el avance de los grupos de derecha, oligárquicos, para quedarse con la riqueza y el territorio. Una de las cuestiones que dijo Roca cuando terminó la campaña del desierto fue que los territorios, liberados de los salvajes, eran deslumbrantes para el capital extranjero. Y esta consigna sigue. Lo que se está haciendo es poner al servicio del capital extranjero todo el territorio. De hecho la Gobernadora ha puesto en marcha el proyecto de Hidrógeno Verde, donde han cedido 700 mil hectáreas en la zona de la meseta. Entregan los territorios a precio vil, cuando no regalado.

DC: ¿Qué van a hacer ante esta situación?

HA: Una de las fortalezas que tiene nuestro pueblo es la permanencia en los espacios territoriales. Por supuesto también la palabra, que utilizamos para decir está verdad y estas denuncias históricas. Pero también nos planteamos tener una mayor relación con toda la sociedad, en especial con los sectores populares, que están sufriendo como nosotros. Tenemos que volver a plantear la recuperación territorial y vamos a seguir llevándola adelante con más fuerza hoy. 

La idea es avanzar en algunas convocatorias, donde circule el conocimiento y la palabra. Pensamos en el llamado a un parlamento en la zona de la cordillera donde puedan ir todas las comunidades y los lonkos para analizar la situación y ver los pasos a seguir. Tenemos 200 años de resistencia y vamos a seguir en ese camino.


DC: ¿Algún sector político se acercó a sus comunidades?

HA: Tenemos la solidaridad de algunas organizaciones sociales. La CTA autónoma, los gremios. La Unidad Popular sacó un comunicado condenando la represión, lo mismo la APDH, compañeros que han sufrido persecuciones. Pero no así los partidos mayoritarios, que siempre han guardado silencio. Inclusive muchos forman parte de todo este sector que hoy está pidiendo la aniquilación de los pueblos originarios. Tanto del oficialismo como de la oposición. Han dado muestra de dónde se ubican.