-A este lo trajiste vos, hacete cargo.

-Pero Cristina, era un buen muchacho, estudioso, responsable. ¿Cómo podía saber en lo que se iba a convertir?

Es probable que ese diálogo haya existido más de una vez entre Cristina Fernández de Kirchner y el presidente Alberto Fernández.

Es que Julián Ercolini, titular del Juzgado Federal N°10 desde hace casi 20 años, fue nombrado en ese cargo cuando Néstor Kirchner era presidente, en octubre de 2004, y mandó los pliegos para cubrir cuatro juzgados federales que se encontraban vacantes.

Entonces Alberto Fernández era el jefe de Gabinete del presidente que había llegado de la Patagonia y recomendó a Ercolini para ocupar uno de los despachos de Comodoro Py que se encontraban vacantes.

Tanto Fernández como Ercolini eran parte del staff de la cátedra de Derecho Penal que encabezaba Esteban “El Bebe” Righi en la Universidad de Buenos Aires. Casi en forma simultánea, Ercolini se hizo cargo del juzgado que había estado en manos de Gustavo Literas y Righi asumió como Procurador General de la Nación.

En esa época, el ministro de Justicia era Gustavo Béliz, quien luego tuvo que dejar su cargo cuando por primera vez difundió en la televisión una fotografía de “Jaime” Stiuso, el hombre fuerte de la SIDE, que después también se convirtió un enemigo declarado de CFK, cuando ordenó jubilarlo.

Béliz estaba secundado por el fiscal de Cámara Norberto Quantín, quien a su vez se respaldaba en un grupo de jóvenes fiscales y funcionarios del fuero penal ordinario como José Campagnoli e Ignacio Rodríguez Varela, quienes siempre hablaban pestes de la podredumbre que existía en el fuero federal.

Con el tiempo, Righi renunció a su cargo en 2012 cuando el entonces vicepresidente Amado Boudou, que estaba imputado en la causa por la imprenta Ciccone, por la que terminó condenado, dijo que integrantes de su estudio le había ofrecido sus servicios para s para "aceitar la relación con los jueces" de Comodoro Py.

Antes de llegar al Juzgado Federal 10, Ercolini había tenido un largo recorrido por juzgados federales. Comenzó como auxiliar en la Justicia de Menores de Morón y luego de recibirse, fue secretario en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 2 de San Martín. También fue relator de Horacio Vigliani en la Cámara Federal y luego fue designado coordinador de Investigaciones de Fraudes contra el Estado de la Oficina Anticorrupción, cuando José Massoni y Manuel Garrido estaban al frente del organismo. Después fue secretario letrado en la Corte Suprema.

Una de las primeras causas que tuvo que resolver cuando llegó al juzgado fue una denuncia por enriquecimiento ilícito contra el matrimonio Kirchner, que cerró en marzo de 2005, con el consentimiento del fiscal Eduardo Taiano. Tres años más tarde, recayó en su juzgado una denuncia por asociación ilícita que Elisa Carrió hizo contra Kirchner y otros funcionarios de su gobierno. Esa denuncia no avanzó y la entonces diputada acusó a Ercolini de mal desempeño y lo acusó ante el Consejo de la Magistratura.

Pero el tiempo pasó y con la fe de los conversos, Ercolini se dedicó a perseguir a todo lo que oliera a kirchnerismo. Llevó adelante la causa Vialidad que terminó ahora con la condena a CFK, procesó al ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray, ordenó el arresto de los dueños de C5N en una causa que se originó por una noticia del diario La Nación sobre evasión que a la postre resultó falsa, sobreseyó a directivos de Clarín y La Nación en la causa Papel Prensa, procesó a Guillermo Moreno por interrumpir una asamblea de esa empresa, tiene a su cargo la causa por el suicidio de Alberto Nisman, quien se mató luego de acusar a CFK de un acuerdo espureo con Irán, ordenó detener a Ricardo Jaime y lo procesó por viajar en vuelo privados pagados por proveedores del Estado, justamente por el delito de dádivas.

Es por ese mismo delito que ahora el juez Ercolini, es investigado en la justicia federal de Bariloche. Se lo acusa de haber formado parte de un viaje a Lago Escondido que se supone pagó el grupo Clarín. En los chats que trascendieron el último fin de semana, Ercolini es quien aparece muy activo dando consejos para que la fiscal Cándida Etchepare ordene una serie de medidas para cerrar la causa sin más trámite. Pero rápida de reflejos, la fiscal pidió el martes 6 dar impulso a la investigación.