Alberto Fernández llegó hace instantes a República Domincana, donde participará de la Cumbre de Iberoamérica y mantendrá una bilateral con Pedro Sánchez -jefe del gobierno español- y Joseph Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, con quienes repasará agenda global derivada de la guerra en el este europeo.

El vuelo charter de Aerolíneas Argentinas partió este mañana desde el Aeropuerto Pistarini, en Ezeiza, con una reducida comitiva oficial, compuesta por la Primera Dama, Fabiola Yañez, el canciller Santiago Cafiero, la portavoz Gabriela Cerruti, y el secretario Legal de la Presidencia, Julio Vitobello

En Santo Domingo permanecerán dos días y una vez finalizada la cumbre iberoamericana, volarán a Nueva York, donde el mandatario tiene prevista -pero aún no definida con precisión- una agenda que incluirá seguramente un almuerzo organizado por el Council of América.  

El Presidente llegó a República Dominicana para participar de la Cumbre Iberoamericana

Luego de permanecer en Manhattan los días 26 y 27, viajarán a DC para reunirse con el presidente Biden en el Salón Oval. Todavía no hay un formato definitivo para el cónclave bilateral, aunque desde el Ala Oeste de la Casa Blanca ya adelantaron que habrá un encuentro a solas -90 minutos, al menos- con agenda abierta.

Alberto Fernández utilizará la cumbre para reunirse con Sánchez y Borrell y ratificar su posición respecto a las asimetrías económicas entre las naciones ricas y los países pobres. En este contexto, el jefe de Estado insistirá con desplegar una mesa de negociaciones con sentido multilateral para encontrar una solución a la guerra de Rusia contra Ucrania.

También es muy probable que en Santo Domingo se produzca un cruce entre el mandatario argentino y su par ecuatoriano Guillermo Lasso, con quien acaba de mantener un contrapunto diplomático como consecuencia de la fuga de María de los Ángeles Duarte, exministra ecuatoriana que está condenada por corrupción pública.

El presidente de Ecuador acusó al jefe de Estado de facilitar la huida de la exministra de Rafael Correa -que estaba alojada en la embajada argentina en Quito-, una imputación personal que fue rechazada por Balcarce 50. Es más: los embajadores de ambos países fueron retirados y Alberto Fernández y Lasso cruzaron fuertes declaraciones públicas que colocaron a la relación bilateral cerca de la fractura diplomática.